En los países normales el auto es un bien de consumo y nada más. En los inflacionarios, el auto es un bien de ahorro. En aquellos con brecha cambiaria, la compra/venta de autos usados es un buen negocio. En Santa Fe parece que es uno de los que florecerá en el 2022.
En los países de altos ingresos que tienen muy baja inflación el automóvil es un bien de consumo durable. Esto significa que uno se compra un auto y a medida que lo usa, o por el mero paso del tiempo, va perdiendo valor. Al cabo de no muchos años queda con un valor residual que lo manda al desarmadero.
En cambio, cuando hay inflación alta, el auto se convierte en un medio de ahorro. La gente se compra un auto para usarlo, pero también para protegerse contra la inflación. Entonces actúan dos fuerzas: el uso que lo desvaloriza y la inflación que lo valoriza. Esto hace que los autos usados no vayan al desarmadero porque aun con un valor residual bajo siempre sirven como medio de protección contra la inflación. Este fenómeno se observa nítidamente cuando gente muy humilde, con un pequeño ahorro, se compra un autito muy viejo sabiendo que tendrá un valor de reventa si llega a necesitar de nuevos sus ahorros.
Si a la inflación alta además le agregamos un mercado cambiario desdoblado con un dólar oficial barato y otro paralelo caro (o sea con una “brecha cambiaria” alta) entonces la compra y venta de autos usados se vuelve un negocio en sí mismo. Este fenómeno se observa en el mercado automotor argentino.
Patentamiento, autos usados y brecha cambiaria
Enero – marzo 2020 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a ACARA y CCA
El gráfico anterior muestra la evolución de las ventas de autos nuevos (patentamiento) y la compra/venta de autos usados en los últimos 2 años. Se toma un promedio móvil de 3 meses para sacarle variabilidad a la serie. El contraste con la brecha cambiaria es muy sintomático. En el momento del confinamiento más duro (abril – mayo 2020) obviamente caen las ventas de autos y se empiezan a recuperar en junio 2020. Nótese que la recuperación hasta agosto es similar entre autos nuevos y usados, pero a partir de setiembre –que la brecha cambiaria comienza a subir– la venta de autos nuevos se resiente.
Entre diciembre 2020 y agosto 2021, que la brecha se calmó, las ventas de autos nuevos más o menos se mantuvo. Pero a partir de agosto 2021 que la brecha comienza a subir de nuevo y, fundamentalmente, que las expectativas de mayor brecha empiezan a crecer, la venta de autos nuevos comienza a decrecer. Téngase presente que esto es un promedio móvil de 3 meses, con lo cual una caída –como la que se observa en el gráfico– es claramente una tendencia declinante. En cambio, la compra/venta de autos usados se mantiene.
En términos más concretos, la venta de autos nuevos en el promedio de agosto – octubre 2021 está en igual nivel que en el promedio enero – marzo 2020 y en caída. En cambio la compra/venta de autos usados está un 22% por arriba.
La razón es simple. Los autos nuevos se cotizan en pesos a dólar oficial mientras que los usados a dólar paralelo. Entonces, cuando sube la brecha significa que el dólar paralelo sube más que el oficial. Esto hace que el precio relativo de los autos usados baje respecto a los nuevos. En otras palabras, no es que baja el precio en pesos de los autos usados, sino que el precio en pesos de los autos usados crece menos que el de los autos nuevos. Esto hace que la compra/venta de autos usados se vuelva un negocio pujante.
¿Y por Santa Fe cómo andamos?
La tendencia de la compra/venta de autos usados en la provincia tiene la misma fisonomía que a nivel nacional, pero con más dinamismo. Obsérvese en el gráfico debajo que durante la cuarentena dura la caída fue similar pero la recuperación posterior fue más potente en Santa Fe. Tanto es así que en setiembre 2020, a nivel nacional las operaciones con autos usados a nivel nacional estaban un 23% arriba que a comienzos de año, mientras que en Santa Fe estaba un 50% arriba.
Luego sigue el derrotero de la media nacional, aunque con un poco más de energía a partir de junio 2021.
Compra y venta de autos usados
Enero – marzo 2020 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a ACARA y CCA
Así las cosas, se viene un 2022 convulsivo en materia cambiaria, con mucha brecha entre el dólar paralelo y el oficial, por lo que el negocio que viene pasa por los autos usados.
Para los que pintan canas se trata de apelar a la memoria y recordar que la década de los ’80 en las concesionarias el furor era el negocio con los autos usados. Es más, hasta las concesionarias de autos nuevos tenían más operaciones de autos usados que nuevos.
Fueron los ’90 que erradicó la inflación y la brecha cambiaria, lo que trajo no sólo el florecimiento de las concesionarias de autos nuevos sino hasta la vuelta de las grandes marcas con sus terminales a producir al país.
Cada década tiene su particularidad, pero la década del 2020 se parece cada vez a la de los ’80.
Fuente: LP CONSULTING