Trabajar en la formalidad no reditua

Por Leonardo Piazza

Un cálculo simple permite mostrar que con un trabajo informal, los beneficios no contributivos de la seguridad social y los planes asistenciales, una familia puede obtener similar ingreso que otra que vive del empleo formal. Esto no es bueno. La gente tiene que salir de la pobreza con su trabajo, no con asistencialismo y protesta social.

La Argentina tiene un mercado laboral muy segmentado.

Hay 26 millones de personas en edad de trabajar.

Unas 10 millones son asalariados registrados en empresas privadas o empleados públicos. Vienen a ser los trabajadores formales.

Otros 10 millones están en la informalidad en sus dos formatos: asalariados “en negro” y cuentapropistas. Si bien entre los cuentapropistas hay 2,5 millones que están inscriptos en el Monotributo, el 80% pertenece a las 3 categorías más bajas (o sea tienen bajísimas remuneraciones).

Los restantes 6 millones no tienen empleo y son desempleados si declaran estar activamente buscando un empleo o inactivos laborales si directamente no buscan empleo.

En este marco, es que sólo un tercio de los trabajadores tiene un empleo formal con beneficios contributivos de la seguridad social (asignaciones familiares). Dos tercios de los adultos trabajan informal o no tiene empleo.

Entonces se decidió darles a los informales y sin trabajo la misma asignación familiar que al trabajador formal, con el nombre Asignación Universal por Hijo (AUH), luego darle a estas mismas familias una tarjeta alimentaria y masificar los planes asistenciales con el programa Potenciar Trabajo con el cual desde el Estado se les otorga un plan asistencial cuyo monto es equivalente al 50% del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM).

La AUH es un beneficio que nació automático en el sentido de que se le entrega a todo niño hijo de una persona que no figure como trabajador formal. La tarjeta alimentaria nació discrecional porque se la daban sólo a las familias que se encolumnaban detrás de una organización piquetera, pero ahora ya se volvió automática dado que se otorga a los beneficiarios de la AUH.

El Potenciar Trabajo, en cambio, sigue siendo muy discrecional. Lo reciben las familias que se encolumnan detrás de una organización piquetera y amenazan o directamente van a protestar.

Así las cosas, una familia que se une a una organización piquetera puede obtener –como mínimo– estos tres beneficios no contributivos: la AUH, la tarjeta alimentaria y el Potenciar Trabajo. Se dice “como mínimo” porque hay una proliferación de otros planes asistenciales a nivel provincial y municipal que estas familias también pueden acceder.

Cuando se saca las cuentas, una familia que recibe los tres beneficios no contributivos puede tener el mismo nivel de ingresos que una persona con un trabajo formal.

Familia tipo: ingreso total familiar con asistencialismo versus empleo formal

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Trabajo y ANSES

Una familia tipo donde el jefe de familia tenga un empleo informal (cuya remuneración media es de $80.000 según la EPH del INDEC) puede acceder a un Potenciar Trabajo. La esposa que, supóngase no trabaja, puede obtener otro Potenciar Trabajo si no están legalmente casados.

Luego recibirá una AUH por cada hijo y de tarjeta alimentaria $26.000 por los dos hijos.

Así, entonces, recibirá aproximadamente $222.000.

Si el jefe de familia trabajara en la formalidad recibiría, por ejemplo, la mediana del salario ($200.000 según el Ministerio de Trabajo) y la asignación familiar contributiva por cada hijo que es equivalente a la AUH. Pero no recibiría la tarjeta alimentaria.

Con lo cual obtendría $228.000. Un monto muy similar al de la familia que vive de la informalidad y el asistencialismo.

¿Cómo están estas dos familias con respecto a la pobreza?

Un dato muy importante es que la línea de pobreza para una familia tipo es de $218.000.

Esto dice que un trabajador formal con asignaciones familiares genera el equivalente a apenas 104% de la línea de pobreza y otro informal con los beneficios asistenciales se ubica en 102% de la línea de pobreza.

Composición del ingreso del trabajador formal e informal y línea de pobreza

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Trabajo, ANSES e INDEC

Aquí viene la tentación de creer que, al final, el asistencialismo no es tan malo.

Un trabajador formal llega apenas con su salario a cubrir la línea de pobreza para una familia tipo. Lo hace con un poco de ayuda de la seguridad social que le provee el 12% de su ingreso familiar.

El informal obtiene apenas un 36% con el trabajo del ingreso necesario para salir de la pobreza. Luego, la seguridad social (AUH y tarjeta alimentaria) más el asistencialismo (Potenciar Trabajo) le complementa el resto.

Lo que no hay que perder de vista es que al Potenciar Trabajo no lo reciben todos los pobres. Si así fuera en la Argentina la pobreza no sería del 40% sino mucho menos.

Al Potenciar Trabajo lo reciben familias que no son pobres que siguen a una organización piquetera. También familias pobres, pero que se deben someter a la voluntad de la organización piquetera. En el hipotético caso de este cálculo –de familias pobres que salen de la pobreza gracias al asistencialismo– es al costo de perder su dignidad y ser literalmente arriados a cortar calles y perturbar el normal funcionamiento de las ciudades.

La única forma digna y sustentable de terminar con la pobreza es con la inversión en infraestructura, capital físico de las empresas y en capital humano que es lo que aumenta la productividad económica de la sociedad.

Con mayor productividad económica las personas, trabajando en la formalidad, pueden superar con holgura la línea de pobreza.

Fuente: LP CONSULTING

Tags: asistencialismo Plan Potenciar Trabajo planes trabajar trabajo informal



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