Los incidentes más graves han sucedido en Filadelfia, donde un grupo de hombres armados disparó contra la multitud en una popular zona de ocio.
Los ataques en Estados Unidos parecen no tener fin. Al menos seis personas murieron y más de 20 resultaron heridas en dos tiroteos ocurridos en los estados Tennessee y Pensilvania, según informaron hoy fuentes policiales.
En el primer ataque, tres personas fallecieron y más de una docena quedó herida tras desatarse anoche una serie de disparos en un club nocturno de Chattanooga, Tennessee. El hecho se agravó por la desesperada fuga del lugar de parroquianos a bordo de vehículos que atropellaron a transeúntes.
“Podemos confirmar 14 víctimas de disparos y otras tres que fueron golpeadas por vehículos que intentaban huir de la escena”, dijo a periodistas la jefa de policía de Chattanooga, Celeste Murphy.
“Se confirmaron tres muertes, dos de las cuales están relacionadas con heridas de bala y una con lesiones sufridas tras golpes de un vehículo”, agregó Murphy, según la agencia de noticias AFP.
El incidente se produjo solo una semana después de que seis personas resultaran heridas en otro tiroteo en la ciudad.
En este sentido, el hecho se produjo apenas horas después de que otro tiroteo masivo en Filadelfia, Pensilvania, dejara tres muertos y 11 heridos.
La policía informó que hombres armados abrieron fuego en una abarrotada calle de Filadelfia.
“Sabemos que 14 personas recibieron disparos y fueron trasladadas a hospitales”, informó el inspector de policía de Filadelfia, D. F. Pace.
“Tres de esas personas, dos hombres y una mujer, fueron declarados muertos tras llegar a los hospitales con múltiples heridas de bala”, añadió.
Desde el tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas, el 24 de mayo, que dejó 21 muertos, se registraron más de dos docenas de ataques con múltiples víctimas en Estados Unidos, según el centro Gun Violence Archive.
En Estados Unidos, 393 millones de armas -más que la población- estaban en circulación en 2020.
El presidente Joe Biden, pidió el jueves al Congreso que encuentre una forma de prohibir la venta a particulares de fusiles de asalto o al menos elevar de 18 a 21 años la edad para comprarlas.