Buscarán el aval de autoridades municipales y provinciales para volver a la actividad con el protocolo de los gastronómicos y con celebraciones sin bailes. Afirman que el 10 por ciento de los empresarios del sector cerraron.
La llegada de la pandemia de coronavirus a la Argentina motivó el inicio de un período de aislamiento y restricciones que afectaron a diversos sectores. Entre ellos aparecen los salones de eventos, que pedirán abrir en Rosario en noviembre, con el protocolo que implementa el sector gastronómico.
En ese sentido, el presidente de la CEA (Cámara de Eventos y Afines de la provincia de Santa Fe), Iván Hawryluk, adelantó a este diario que el próximo lunes tendrán una reunión con autoridades municipales y provinciales y pedirán abrir el mes que viene.
“La idea es evaluar un protocolo de inicio de actividades lo antes posible, que permita poder trabajar, y que nos expliquen si los nuevos test rápidos podrían ser una ventana para poder desarrollar la actividad”, anticipó Hawryluk en relación al encuentro que mantendrán con el secretario de Desarrollo Económico y Empleo de Rosario, Sebastián Chale; el ministro de Gobierno de la Provincia, Esteban Borgonovo; y referentes de la Secretaría de Salud de Rosario.
En tanto, propondrán implementar el protocolo que fue aprobado para el uso de bares y restaurantes y buscarán desarrollar eventos como almuerzos, cenas y despedidas de empresas. La salvedad del caso es que si bien pedirán autorización para que haya shows musicales, no habrá pistas de baile.
“El protocolo de los gastronómicos es el más adecuado y la dinámica es la misma. Además, le damos trabajo a los que se desempeñan en servicios de catering, decoración, fotografía, mozos y bartenders”, señaló Hawryluk.
UNA SITUACIÓN COMPLEJA
El titular de la CEA analizó la actualidad de los salones de eventos y detalló: “La situación del sector es que desde el 14 de marzo a la actualidad -más de 200 días- no podemos trabajar. Mientras soportamos los gastos, la energía no consumida que se paga igual, los alquileres, empleados y mantenimiento de las instalaciones”.
“Eso hace que al día de hoy el 30 por ciento este dedicándose a otra cosa, que más del 10 por ciento haya cerrado sus puertas y que unas dos mil familias hayan quedado sin empleo”, agregó Hawryluk, que precisó que dentro del sector solo recibieron asistencia provincial los salones abocados a festejos infantiles y aquellos que tienen empleados, que accedieron al programa ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción).
Por otro lado, el referente de la industria, que planteó su preocupación hace varios meses, se refirió a los pedidos de auxilio que efectuaron y enumeró: “Después de varios petitorios, presentamos un expediente en el Concejo Municipal de Rosario para lograr la exención de la TGI, situación que aún no tiene definición”.
“También solicitamos a la provincia la exención en API e Ingresos Brutos, y subsidios para una industria sin asistencia. Una industria de la que dependen directa o indirectamente más de 25.000 familias en toda Santa Fe”, sentenció.