El conjunto del parque ganaba 2 a 0 pero no pudo aguantar la embestida millonaria y cayó 3 a 2.
La duda estaba planteada antes del partido: ¿Qué River llegaba al Coloso? ¿El golpeado por la derrota o el que marcaba diferencias en todos los partidos? La respuesta: vinieron los dos, uno en cada tiempo. El contrapunto fue Newell’s, que lo bancó en el primer tiempo y se cayó a pedazos en el complemento. Lema y Leal abrieron el marcador para la lepra mientras que Fernández, Borré y Scocco le dieron la victoria al millonario.
Newell’s se reencontró con un arma que había utilizado muchísimo en el comienzo de la Superliga, la pelota parada, esa fue la llave para abrir el marcador con la cabeza del goleador del torneo Lema. Hasta ahí River intentaba con muchas complicaciones pero con la peligrosidad latente de sus delanteros, mientras que la lepra encontraba la llave por el sector izquierdo, donde faltaba Casco.
Y precisamente Leal, que jugó en ese sector, puso el 2 a 0 con una gran definición a los 36 del primer tiempo, después de un pase fantástico de Bíttolo. Pero el conjunto de Gallardo reaccionó rápido cuando al borde del área Nacho Fernández ejecutó con exactitud un tiro libre para descontar rápido y dejar el marcador abierto para el complemento.
En la segunda parte dio la sensación que River regresó de Lima, con la lepra demasiado metido atrás el millonario se adueñó del partido. Para colmo entró Scocco inspirado y terminó con las ansias del equipo de Kudelka de quedarse con el partido, primero a los 19 minutos cuando se metió por el sector derecho y le cedió el empate a Borré para que el delantero la empuje para el empate.
El millonario no aflojaba en la intensidad y se veía venir la ventaja que llegó siete minutos más tarde con una fantástica definición de Scocco al ángulo izquierdo, imposible para Aguerre. Así el delantero puso el 3 a 2 que sería finalmente el resultado final, porque Newell’s mandó a la cancha a Moreno que intentó, Salinas que no pudo y Alexis Rodríguez que fue absorbido por Montiel.
Preocupante el momento rojinegro que de los últimos quince puntos apenas logró tres, se cae en la tabla de descenso y no encuentra la salida para un ciclo que empieza a transformarse lentamente en discreto y en dónde su entrenador no encuentra la solución a la falta de decisión que muestra el equipo dentro del campo de juego.