Es la parte final de un plan de obras que demandó una inversión de aproximadamente 110 millones de pesos y generará dos grandes beneficios.
La Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) atraviesa una nueva etapa de remodelación: la de su fachada. La restauración del edificio de Entre Ríos 758 es parte de la cuarta etapa de un plan de obras que demandó una inversión aproximada de 110 millones de pesos.
En relación a las distintas etapas del proyecto, el decano de la facultad, Alejandro Vila, dialogó con Impulso y detalló: “Las políticas de intervención edilicia de la facultad fueron diseñadas a partir de un plan maestro elaborado hace más de diez años. El mismo consta de tres etapas: la primera fue la construcción de un edificio nuevo por calle Corrientes. La segunda trata de la refuncionalización del ala central y la tercera tiene como objetivo la puesta en valor del edificio de histórico. Esto sin contar las obras en el edificio patrimonial de la Escuela de Música (CUR)”.
A su vez, el titular de la unidad académica se refirió a los trabajos concluidos y agregó: “Las obras que comenzaron el año pasado y finalizaron son: la puesta en valor del patio central -que estuvo clausurado durante varios meses-, los baños de planta baja, el traslado de la Escuela de Historia, la refucionalización de la Escuela de Antropología, la restauración de un sector de la cubierta del techo, la intervención en algunas oficinas administrativas y en el museo de Antropología y la construcción de la sala de batería (Escuela de Música)”.
LA FACHADA Y ALGO MÁS
En este momento está por comenzar la cuarta y última etapa de la restauración de la fachada del edificio histórico de calle Entre Ríos. Además, a ese trabajo se le suman “la mudanza del Archivo y Centro Documental “César Torriglia”, la puesta en valor del laboratorio de Arqueología y el traslado de la Escuela de Letras y su biblioteca”, explicó Vila.
En tanto, sobre el plan de obras en general, describió: “Están en marcha los proyectos de continuación de la restauración de techos del edificio de calle Entre Ríos y la intervención en el núcleo central de la facultad. Ésta consiste en el traslado del taller de escultura, la apertura del espacio para el taller de la orientación tecno-digital de la carrera de Bellas Artes, la recuperación de las arcadas originales del patio central y la construcción de un tercer piso para nuevas aulas”.
En resumen, las obras llevadas a cabo en la Facultad de Humanidades y Artes abarcaron construcciones y remodelaciones en la zona del patio (perteneciente a la unidad de Historia), baños, la unidad de Antropología, la fachada, la cubierta y el ala central.
UN PLAN, DOS BENEFICIOS
Para Vila, el plan de obras tiene “múltiples ventajas” y generará dos grandes beneficios. “Por un lado –comenzó el decano-, la puesta en valor de un edificio patrimonial de la ciudad que implica redescubrirlo y valorarlo en su total dimensión. Se trata de una inversión que disfrutará la ciudad y que legamos a las próximas generaciones”.
“Por otro –continuó-, las mejoras en las condiciones de habitabilidad del espacio significan mejorar las condiciones laborales y de estudio de toda la comunidad que transita por nuestra facultad, permitiendo afrontar nuevos desafíos institucionales y académicos”.
VUELTA A CLASES
Consultado por el regreso a las aulas, Vila indicó: “Este año aspiramos a recuperar el cien por ciento de las actividades académicas, obviamente a partir de una dinámica bimodal (presencial y virtual). De manera paulatina, y con todas las medidas de bioseguridad, algunas actividades fueron recuperando la presencialidad: algunas mesas de exámenes, el dictado de algunos talleres y proyectamos, en breve, abrir los espacios de investigación, las bibliotecas y desarrollar actividades culturales y de extensión”.
Asimismo, contemplando la situación epidemiológica actual, precisó: “No obstante, en este primer semestre las mayorías de las actividades curriculares continuarán a distancia. Por último, creo que este año vamos a capitalizar los esfuerzos y los aprendizajes desarrollados en 2020. Y, sin temor a equivocarme, considero que muchas tareas y funciones seguirán realizándose de manera virtual. Se trata de modos innovadores que incorporamos y que se naturalizarán en nuestra práctica diaria”.