La marcha se realizó a favor de una Ley de Humedales y contra incendios en las islas del Paraná.
Ambientalistas de Rosario realizaron este viernes una “marcha viboreante” por el centro de la ciudad que desembocó en el tradicional Monumento Nacional a la Bandera, reclamaron la sanción de una ley de humedales y repudiaron los incendios intencionales en las islas del delta del río Paraná.
Arropados con prendas de color marrón y verde, para emular el cuero de las serpientes, una de las especies en riesgo por las quemas de pastizales, los manifestantes hicieron también un recorrido zigzagueante por el centro rosarino, en forma de víbora.
“Queremos transformar el dolor que sentimos al ver las imágenes (de los incendios) en estas acciones que son siempre pacíficas, cuidadas y con todos los protocolos sanitarios”, dijo a Telam Rolo, uno de los participantes de la “marcha viboreante” convocada por la Multisectorial Humedal.
“Es por eso que estamos otra vez afuera, porque queremos el cuidado de la casa común”
Con un tramo de la bandera que decía “Somos Humedal” en su mano, que encabezó la marcha de esta tarde, Sebastián dijo que siente “de una forma muy indignante el daño que se está haciendo a este lugar tan rico para la preservación de la fauna, de la flora, y con todos los beneficios que tiene en cuanto a la calidad del aire y del agua”.
La nutrida y colorida movilización, que se extendió por más de una cuadra y exhibió fotografías de animales y plantas afectadas por los incendios, se realizó bajo la consigna “Por una ley de humedales que proteja este ambiente en todo el territorio nacional y por la implementación urgente de un plan de contingencia frente a la emergencia en el delta del Paraná”.
Los incendios en la zona de islas del delta del Paraná, en jurisdicción de la provincia de Entre Ríos pero situadas frente a Rosario y ciudades aledañas, tienen una larga tradición ligada a la producción ganadera porque se utiliza para el rebrote de pastizales en primavera, para alimentar -mayormente- al ganado vacuno.
Los focos ígneos provocan daños en la fauna y la flora del humedal y molestias y problemas sanitarios -fundamentalmente respiratorios- a las poblaciones cercanas.
“Agro negocio=ecocidio”, decía una pancarta ubicada detrás de Anabel, quien dijo que “actualmente se produce sin tener en cuenta ni la flora ni la fauna y sin hacer que haya mucho trabajo”.
Para la joven ambientalsita, “tenemos que ir a un modelo autosustentable que va a hacer que haya mucho más trabajo para todos y para todas en la Argentina”.
Fuente: Télam
Imágenes: Gentileza @MHumedales