Se trata de un sistema que analiza el calor emitido por las caras de las personas mediante un método no invasivo.
Las nuevas cámaras infrarrojas que permiten detectar si las personas tienen fiebre, uno de los síntomas del nuevo coronavirus, comenzaron a funcionar este martes en la cabecera de la Línea Sarmiento, en Once, y de la Línea Mitre, en Retiro.
En tanto, se trata de un sistema infrarrojo de detección rápida de temperatura corporal que analiza el calor emitido por las caras de las personas, sin demoras y sin interrumpir el tránsito, a través de un método no invasivo.
Este mecanismo que se puso en marcha este martes en Retiro y Once, fue habilitado la semana pasada en el Centro de Trasbordo de Constitución en el sector de ingreso a la línea C de subte y en las próximas horas se instalará en el acceso a la estación de trenes, en el marco de una iniciativa conjunta del gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires.
Además, se anunció que también se pondrá en marcha en las estaciones del Gran Buenos Aires, aunque sin precisar la fecha.
FUNCIONAMIENTO DE LAS CÁMARAS
Las cámaras funcionan con un sensor detector térmico, que desde una distancia focal del lente de aproximadamente seis metros y medio ubica el rostro del pasajero y realiza una medición por temperatura máxima global, temperatura mínima, seguimiento de temperatura media, punto, línea, rectángulo y área irregular.
Con estos parámetros la medición puede verse en los monitores, donde se encuentran las fuerzas de seguridad. Cuando se advierte la presencia de una persona con una temperatura superior a los 37,5 grados la imagen se congela, lo que permite su identificación.
A partir de ese momento, esa persona es separada y se le vuelve tomar la temperatura con el sistema de pistolas y en caso de corroborase la lectura se activa el protocolo frente a un caso sospechoso de coronavirus.
Por otra parte, las cámaras con control infrarrojo son fijas y habrá una por cada terminal, que se complementarán con los detectores móviles, las denominadas “pistolas” que estarán en manos de las fuerzas de seguridad e irán rotando por todas las estaciones aleatoriamente.
A la hora de la puesta en práctica de la herramienta, los pasajeros descienden del tren y se encaminan por un “pasillo” para su salida de la estación y allí son detectados por la cámara que reproduce la imagen térmica en una parte de la pantalla y la normal (con la cara de la persona) en la otra, en ambos casos con la medición de la temperatura.
Télam