El bicampeón del Mundo con la Selección Argentina rompió el silencio luego que se rumoreara que se encontraba muy mal de salud.
El bicampeón del Mundo con la Selección Argentina rompió el silencio luego que se rumoreara que se encontraba muy mal de salud. En los últimos días, circuló una versión que aseguraba que padecía Parkinson, Alzheimer o ELA. Sin embargo, el Kaiser salió al cruce: “Estoy bien, hay Daniel para muchos años”.
“Puedo asegurarles a todos, incluso a los muchos amigos italianos, que estoy bien y que por suerte no tengo ninguna de esas enfermedades de las que ni siquiera sé el nombre. Solo tenía un poco de depresión, sí, porque todos hemos pasado por un mal momento, pero nada más. A cualquiera le puede pasar estar triste y quien sabe cuantos millones de personas en el mundo se han sentido tan deprimidas como yo, pero de aquí es necesario ir más allá”, aseguró en diálogo con La Gazzetta dello Sport.
Entre todos los que se preocuparon por su salud estuvo su ex compañero en la Fiorentina de Italia, Giancarlo Antognoni. “Recibí un mensaje de Gianca, porque él también estaba preocupado. Y le respondí ‘no te preocupes, no pasa nada, porque Daniel sigue para muchos años”, dijo Passarella.
Días atrás, su familia había dado a conocer un comunicado en el que negaba parte de las patologías que se le adjudicaban al ex futbolista y presidente de River Plate. Su esposa, Graciela Benvenuto, y su hijo Luca negaron que el Káiser, de 69 años, sufriera Alzheimer, Mal de Parkinson o ELA. Reconocieron que atraviesa por “un estado de tristeza con signos de depresión a raíz de la situación vivida durante la pandemia. Las circunstancias de haber estado alejado de sus amigos y de su actividad habitual, aunado a su problema de sordera que contribuyó a aislarlo mucho más perjudicaron su estado de ánimo de manera esporádica”.
Además de la reclusión durante la pandemia que le impedía viajar a Chacabuco para visitar a su hijo, Passarella quedó afectado anímicamente por la muerte de Alejandro Sabella, en diciembre de 2020. En la intimidad de su familia, más de una vez se lo escuchó evocando recuerdos y reconociendo que lo extrañaba mucho, que era una pérdida muy dolorosa. Sabella, además de ser su ayudante de campo en River y el seleccionado argentino, fue un entrañable amigo.
Passarella, como capitán del seleccionado argentino en el Mundial 1982, fue invitado y tiene previsto viajar, con su hijo Luca y uno de sus nietos (Ignacio, de 10 años), a Italia entre el 21 y el 25 de septiembre, cuando en Trento se festejarán los 40 años del título que Italia conquistó en España ‘82. Su idea también es trasladarse hasta Milán para presenciar un partido de Inter, donde jugó entre 1985 y 1988.
El Káiser tiene otras dos nietas: Victoria, de 18 años, que cursa una carrera universitaria, y Luciana, de 15. En septiembre de 1995, cuando dirigía al seleccionado argentino, perdió a su hijo Sebastián, arrollado por un tren cuando cruzó con su camioneta un paso a nivel.
Dentro de su agenda habitual, Passarella viaja regularmente a Chacabuco, su ciudad natal, donde vive su hijo. El diario Hoy, de Chacabuco, publicó el sábado 16 de julio fotografías del exdefensor, presente en el torneo de futsal infantil que organiza la Dirección de Deportes del municipio. Se sacó fotos con varios chicos y con los del equipo Los Kiricochos, en el que jugó su nieto. Gente que lo trata cada tanto en su tierra comentó que se “lo ve más lento”. Otras voces lo describen “deteriorado”, cuentan que no atiende llamados y que su hijo esquiva cualquier consulta sobre la salud de su padre.