La decisión conjunta se concretó luego de tres jornadas con expositores a favor y en contra de la iniciativa. El 29 de diciembre tendrá lugar el tratamiento parlamentario en el recinto.
El dictamen del proyecto de ley que prevé la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo fue pasado a la firma tras finalizar el último plenario de comisiones del Senado, en el que los senadores escucharon a 60 expositores a favor y en contra de la propuesta del Poder Ejecutivo.
La presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango, que conduce el plenario de las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Salud, agradeció “el debate serio, responsable y respetuoso” que se dio en el Senado pese “a las diferencias” y anunció que el tema sería llevado al recinto el 29 de diciembre.
Finalizada la audiencia de, el texto fue enviado a los senadores de las tres comisiones para que rubriquen el texto en forma digital. Las primeras en firmar serán las 28 integrantes de la Banca de la Mujer, en segundo lugar, los 17 miembros de Justicia y en último lugar los 15 integrantes de Salud, de acuerdo a lo dispuesto por Durango.
La propuesta de legalización del aborto había sido rechazada en el Senado en 2018 cuando no llegó ni siquiera a tener las adhesiones necesarias para la emisión del dictamen de mayoría, por lo que el paso dado este jueves en comisiones en favor del pase a la firma fue considerado un dato positivo por los senadores del sector “verde” que buscan respaldar la sanción dada por la Cámara de Diputados.
Senadores del sector “celeste” que se oponen a la iniciativa lamentaron, en cambio, el tratamiento de la iniciativa por considerar que “había temas más importantes para debatir como la pobreza y la pandemia de coronavirus“ y por entender que la propuesta “promueve” la realización de abortos en desmedro de la educación sexual para la prevención de los embarazos no deseados.
El presidente de la comisión de Justicia, el senador del Frente de Todos Oscar Parrilli, declaró que “no se trata de tener consenso en todo y de que no haya diferencias” ya que “la democracia significa que se resuelvan esas diferencias a través del voto“.
Su par de Salud, el radical Mario Fiad, opinó que “más allá del tratamiento en sí queda claro que no se agotó el debate” sobre el tema “en ningún rincón del país” porque se trata “del derecho humano primario y fundamental“ y consideró que se empezó “por el final” porque antes que el aborto debía discutirse cómo terminar con la pobreza.
Como en las audiencias anteriores, durante la jornada de este jueves hubo tensión entre senadores del oficialismo que por primera vez aparecen enfrentados en el tratamiento de una iniciativa del Poder Ejecutivo.
En la previa de la emisión del dictamen, y cuando aún hay senadores que no hicieron público su voto de cara a la sesión del 29, el senador de Cambiemos Juan Carlos Marino -que figuraba entre quienes podían revertir su posición respecto a 2018- ratificó que votará en contra.
Fuentes parlamentarias dijeron que, a diferencia de hace dos años, cuando la norma fracasó en la votación en la Cámara alta, este año la relación entre quienes están a favor y quienes están en contra sería más pareja.
Télam