Michel D'Hooghe mostró su preocupación ante la iniciativa de muchas ligas europeas, que evalúan volver a competir a corto plazo.
La crisis y el impacto económico que se espera en los clubes después de la pandemia obliga a muchas ligas, sobre todo del continente europeo, a evaluar cada vez con más rapidez la chance de regresar a los entrenamientos para acelerar el regreso a las competencias y, en algunos casos, poder finalizar los torneos que están en disputa.
El mapa europeo indica que el Real Madrid puso fecha al regreso a los entrenamientos, que serán individuales y con muchos recaudos. En Francia se dio por terminado el torneo coronando al París Saint Germain como campeón. En el Calcio se proyecta finalizar el campeonato en junio mientras que la Bundesliga tuvo una muy mala noticia en las últimas horas ya que el club Colonia informó que hay tres jugadores con coronavirus.
Cuando parecía que la idea del regreso del fútbol sin público era una salida posible a la crisis, Michel D’Hooghe, el jefe médico de la FIFA mostró su preocupación ante esta posibilidad indicando que cree imposible poder respetar los dos metros de distancia de un oponente siendo un deporte de contacto.
Para D’Hooghe las prioridades pasan por otro lado en este momento: “En el mundo vemos una gran cantidad de personas infectadas y personas que mueren por coronavirus todos los días. Incluso los jóvenes. Por eso hay que estar preocupados ante la posibilidad de que las competiciones de fútbol regresen“.
Claro que más allá de algunos cambios que habrá en el regreso a la actividad no se perderá la esencia y el espíritu del deporte en sí: “El fútbol siempre ha sido un deporte de contacto. La primera regla en todos los países es evitar el contacto físico. Me parece difícil poder jugar un partido de fútbol mientras permanezco a dos metros de mi oponente. Esta es la primera consideración“.
Mientras que la irresponsabilidad de muchos sigue siendo una alarma para los partidos a puertas cerradas: “El segundo es que debemos evitar reunir grupos de personas. Los jugadores se encuentran en el campo y en el vestuario. Y luego hay miles de seguidores que van a ver el partido. Incluso si decidimos jugar a puerta cerrada, seguirá habiendo riesgos. Ya hemos visto en el pasado que grupos de seguidores se reúnen para ver el partido de forma privada“.