Impulso

Cuánta suerte tenemos los argentinos… en algunas cosas. Tenemos Papa, tenemos Reina, tenemos Messi, y tenemos Malbec. Sí, nuestro cepaje emblemático está a la altura de dichas figuras. Y digo suerte, porque en la repartija natural, "el barba" (como le dice Diego Maradona a Dios) se acordó de nosotros.

Muchos de ustedes dirán, pero si no tenemos los viñedos más prestigiosos del mundo, si nunca le dimos de beber a los reyes, si no tenemos tanta historia ni tampoco los vinos más caros del mundo.

Y todo eso es cierto. Pero tenemos al Malbec. Una uva fina, que disimuló su nobleza para emigrar y trascender desde aquí. El Malbec argentino es uno de los pocos, sino el único, vino que puede encantar desde la primera copa. Porque tiene un poco de todo, y no le falta nada.

Es carnoso y tiene fuerza, como los estructurados Cabernet Sauvignon, pero a la vez suele ser sedoso como los Merlot. Tiene esa elegancia casi femenina de los Pinot Noir, y un perfume afrutado que todos lo pueden disfrutar desde el vamos.

Llena la boca, no deja ninguna papila sin despertar a su paso y su textura siempre es amable. Fresco y ágil si se trata de uno económico, agradable y hasta complejo si estamos hablando de uno con más pretensiones. Se lleva muy bien con el roble, aunque lo mejor que tiene es su carácter frutal.

Hoy es símbolo argentino porque somos los que más lo producimos. Y si existiese un ranking TOP 100 sólo de Malbec del Mundo, 95 serían de Argentina.

Por ser nuestro vino de bandera se ganó su propio día. El 17 de abril y esta tercera edición del Día Mundial del Malbec está dedicada al street art en las principales ciudades del mundo. Sin dudas, una manera directa y atrevida de llamar la atención de los nuevos consumidores. Una propuesta de Wines of Argentina (la entidad encargada de promover el vino local en el mundo) bien Malbec.

Por eso es muy difícil recomendar un Malbec, y menos para brindar un sólo día. Hay tantos en las góndolas, vinotecas y restaurantes, que ofrecen tanta consistencia en todos los segmentos de precio, que es casi imposible recomendar algunos. Lo ideal es que, a partir de este 17 de abril, intenten probar un Malbec nuevo cada vez que la situación amerite, ya sea con amigos, en familia o en pareja, y se van a sorprender con su encanto natural. Y si aún así piensan que necesitan recomendaciones, visiten www.elconocedor.com y elijan, entre más de 500 Malbec degustados, descriptos y calificados, con cual brindar hoy… y todos los días que puedan.

Malbec Day: Por qué 17 de Abril
El Malbec fue traído de Francia a Argentina en 1853 por Michel Aimé Pouget (1821-1875), un ingeniero agrónomo que fue contratado por el presidente Domingo Faustino Sarmiento para ejecutar la Quinta Agronómica de Mendoza.

Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de cepas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial, con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura.

A fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con esta, el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños que proponía nuestra geografía donde se desarrolló, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de la Argentina.

La gestión de Pouget y Sarmiento en la Quinta Normal de Mendoza fue parte decisiva de este proceso. El 17 de abril es, para Wines of Argentina, no sólo el símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina, sino el punto de partida para el desarrollo de esta cepa, emblema del país a nivel mundial.