Los secretos de su construcción ligera
Audi presentó en el Salón del Automóvil de Detroit el nuevo Q7, la segunda generación del SUV que presenta un renovado diseño, pero que -además- se destaca por haber reducido su peso en 325 kilogramos.
“El nuevo Q7 marca el debut de la plataforma modular longitudinal de segunda generación, la matriz tecnológica Audi para modelos con motores montados longitudinalmente. El desarrollo y producción eficientes permiten a Audi la flexibilidad para ofrecer nuevas tecnologías y variantes de impulsión. El nuevo Audi Q7 es una declaración de nuestras capacidades. Al pesar 325 kilogramos menos, establece la referencia en su clase”, explicó Ulrich Hackenberg, responsable de Desarrollo Técnico de Audi.
¿Cómo se consiguió reducir su peso?
Para conseguirlo, la construcción ligera se aplica en todas y cada una de las áreas del vehículo, desde el chasis a la carrocería, pasando por el sistema eléctrico o los asientos.
Sólo en la estructura de la carrocería se ahorran 71 kilogramos. La célula que conforma el habitáculo está realizada con elementos de chapa de acero de muy alta resistencia conformadas en caliente, mientras que para la parte delantera y trasera de dicha estructura se utilizan paneles de aluminio. Tres anillos de torsión refuerzan el extremo delantero, la zona de los pilares C y el marco del portón, contribuyendo a mejorar la rigidez estática y dinámica de la carrocería, aspectos clave a la hora de conseguir tanto un comportamiento dinámico seguro y preciso como un alto nivel de confort interior gracias a la ausencia total de vibraciones. Sólo con el nuevo diseño de la viga transversal de refuerzo por detrás del salpicadero se consigue un ahorro en este elemento del 40 por ciento, comparado con el anterior Audi Q7.
Además de los paneles de la carrocería, las aletas delanteras, el capó motor o el portón trasero, las puertas del nuevo Audi Q7 también se realizan en aluminio; sólo con las puertas, por ejemplo, el ahorro de peso es de 24 kilogramos.
En el tren de rodaje, en comparación con el modelo anterior el nuevo Audi Q7 rebaja el peso total hasta en 100 kilogramos, gracias a la suma de muchos pequeños ahorros. Los principales se encuentran en las suspensiones. Con brazos fabricados en aluminio y acero de alta resistencia, en el eje delantero esta construcción permite ahorrar 27 kilogramos, mientras que la reducción en el eje trasero es todavía mayor, hasta 40 kilogramos menos. Las reducciones de peso en este apartado son particularmente importantes a la hora de mejorar el confort y la agilidad de manejo.
Otras reducciones de peso se encuentran en el nuevo árbol de la transmisión hueco. O los cojinetes realizados en aluminio forjado, que consiguen rebajar el peso en 7 kilogramos. El diferencial central autoblocante, el auténtico corazón del sistema de tracción quattro, está integrado en la carcasa del cambio tiptronic de ocho velocidades, y es un 25 por ciento más ligero. En total, el ahorro en el conjunto de la transmisión supone una disminución de 20 kg en el peso final.
El sistema de escape del Audi Q7 es totalmente nuevo, y resulta 19 kilogramos más ligero que el de la generación anterior. También hay ahorros adicionales en piezas como los componentes del sistema de refrigeración; el ventilador, por ejemplo, reduce el peso en 3,5 kilogramos. Y en el cableado del vehículo se rebaja el peso más de 4 kilogramos.
En el habitáculo del Audi Q7 destaca la nueva generación de asientos modulares en las plazas delanteras, que son 5 kg más ligeros.
En total, teniendo en cuenta también los asientos de la segunda fila en las versiones de cinco plazas del Audi Q7, el ahorro que permiten los nuevos asientos es de 18,7 kilogramos. Además, el Audi Q7 es el primer SUV premium en utilizar aluminio como material para la fabricación de los pedales de freno, consiguiendo una reducción de peso de un 60 por ciento.
Imágenes: Cortesía Audi