Los economistas David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens fueron galardonados con el Nobel de Economía, anunció este lunes la Real Academia Sueca de Ciencias, en Estocolmo.
En el caso del canadiense Card, el jurado destacó sus “contribuciones empíricas a la economía laboral”, mientras que en el del norteamericano Angrist y del neerlandés Imbens subrayó sus “aportes metodológicos al análisis de las relaciones causales”.
“Los galardonados de este año, David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens, nos han proporcionado nuevos conocimientos sobre el mercado laboral y han mostrado qué conclusiones sobre causa y efecto se pueden extraer de experimentos naturales. Su enfoque se ha extendido a otros campos y revolucionado la investigación empírica”, señaló la Academia en un comunicado.
Utilizando experimentos naturales, Card analizó los efectos del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral.
“Sus estudios de principios de la década de 1990 desafiaron la sabiduría convencional, lo que condujo a nuevos análisis y conocimientos adicionales. Los resultados mostraron, entre otras cosas, que aumentar el salario mínimo no necesariamente conduce a menos puestos de trabajo”, remarcó el jurado.
Y agregó: “Ahora sabemos que los ingresos de las personas que nacieron en un país pueden beneficiarse de una nueva inmigración, mientras que las personas que inmigraron antes corren el riesgo de verse afectadas negativamente”, añadió.
La investigación de Card también encontró que la afluencia de inmigrantes a una ciudad no les cuesta trabajo a los trabajadores nativos ni reduce sus ingresos, aunque los inmigrantes anteriores pueden verse afectados negativamente.
Card estudió el mercado laboral en Miami a raíz de la repentina decisión de Cuba de permitir que la gente emigrara en 1980, lo que llevó a 125.000 personas a irse, en lo que se conoció como el É xodo de Mariel, lo que resultó en un aumento del 7% en la fuerza laboral de la ciudad.
Al comparar la evolución de los salarios y el empleo en otras cuatro ciudades, Card no descubrió efectos negativos para los residentes de Miami con bajos niveles de educación.
El trabajo de seguimiento mostró que el aumento de la inmigración puede tener un impacto positivo en los ingresos de las personas nacidas en el país.
Asimismo, la Academia destacó: “también nos hemos dado cuenta de que los recursos en las escuelas son mucho más importantes para el futuro éxito de los estudiantes en el mercado laboral de lo que se pensaba anteriormente”.
En tanto, Angrist e Imbens demostraron “cómo se pueden extraer conclusiones precisas sobre causa y efecto a partir de experimentos naturales”.
“Los estudios de Card sobre cuestiones fundamentales para la sociedad y las contribuciones metodológicas de Angrist e Imbens han demostrado que los experimentos naturales son una rica fuente de conocimiento. Su investigación ha mejorado sustancialmente nuestra capacidad para responder preguntas causales clave, lo que ha sido de gran beneficio para la sociedad “, dijo Peter Fredriksson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
El Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, viene con un premio en efectivo de 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares) y una medalla de oro.
Perfiles
Card, de 65 años, es profesor de economía en la Universidad de Berkeley, California. Angrist, de 61 años, es profesor de economía de Ford en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, e Imbens, de 58, es profesor de economía en la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford.
El comité del Nobel dijo en un comunicado que los tres ganadores “nos proporcionaron nuevos conocimientos sobre el mercado laboral y nos mostraron qué conclusiones sobre causa y efecto se pueden extraer de experimentos naturales”.
Su enfoque se había utilizado en otros campos y había “revolucionado la investigación empírica”, agregó el comité.
En un mensaje telefónico al auditorio convocado en la academia sueca, Imbens sostuvo que una carrera en economía era una “gran elección” para los jóvenes porque había “tantas preguntas interesantes, en tantas áreas donde los economistas hacen un trabajo útil, tanto en política, como en estos días, en muchos casos en el ámbito privado”.