ENTREVISTA. Este martes comienza la Feria del Libro de Mendoza, donde la autora, nacida en Rosario y residente en la provincia cuyana, presentará algunos de sus materiales. "Es fundamental tener un libro en la mano para poder refugiarse", destacó.
Desde este martes y hasta el domingo 15 de noviembre, la Feria del Libro de Mendoza abre sus puertas al mundo entero a través de la virtualidad. Distintas personalidades serán invitadas para sumarse a una imperdible grilla, entre los que se encuentran Hernán Casciari, Dany Jiménez, Camila Sosa Villada, Esther Díaz, Pedro Saborido, REP, Mariana Enríquez, Florencia Halfon Laksman y María Teresa Andruetto.
En esta ocasión, IMPULSO dialogó con María Luz Malamud. Una rosarina que en plena dictadura dejó su ciudad natal para radicarse junto a su familia en Mendoza. Su infancia, vulnerada por su contexto, la enriqueció desde lo más profundo en el arte de la expresión a través de la escritura. Y lo hace, nada más y nada menos, que para el público infantojuvenil.
La Feria del Libro de Mendoza invita a la audiencia a disfrutar del arte de esta escritora que presentará uno de sus últimos trabajos, “Donde vive la música“, además de sumarse a una imperdible charla junto a la autora Marisa Pérez Alonso.
LA ESCRITURA Y LA PANDEMIA
En medio de este contexto tan complejo, la artista sacó a relucir la resiliencia. “A mí me sirvió mucho para sistematizar el trabajo de la editorial“, destacó la autora que cuenta con dos sellos, Pez Menta -con el que sacaron “Donde vive la música“- y Rima Limón, donde, en uno de los talleres, un grupo de mujeres escribe poesías para las infancias y pudieron lanzar dos antologías durante el confinamiento en formato digital.
“Creo que la gente también se conectó mucho con el arte en estos momentos, y la poesía también ha sido como un refugio, o por lo menos nosotros lo encaramos desde ese lado: ofrecer un espacio para que la gente no se sienta tan mal, ofrecer un poco de belleza en momentos tan poco poéticos“, indicó Malamud.
Respecto de “Donde vive la música“, la autora señaló que si bien era un proyecto pensado para finales de 2019, el mismo se fue postergando. Se trata de un trabajo junto a la ilustradora Nadia Romero Marchesini de La Plata. A través de Fernando Carmona, director de arte de la editorial, el trabajo de ambas artistas se coordinó a la perfección aún a la distancia.
“Ella tenía muchas ganas de ilustrar poesía, porque le permite manejar mejor los simbolismos, hacerlo de una manera más libre. Una cosa que con otros textos no había podido hacer”, destacó Malamud sobre la dibujante. Y agregó: “El libro fluyó así sin necesidad de que dialogáramos mucho más que a través de los trabajos de cada una. Nos conocimos con el libro listo a través de una videollamada“.
Pero todavía hay más cosas especiales en torno a este material. “Lo sacamos con financiamiento colectivo, en un momento tan tremendo como este en donde la gente no tiene un peso y los ánimos no son los mejores. Así y todo, pudimos llegar al monto que necesitábamos para llegar a imprimir el libro, con la colaboración de los lectores“, sostuvo.
Y resaltó: “Más allá de este contexto, en Argentina siempre hay algo para sortear (risas). En este momento en que uno se siente tan abatido, encontramos una fuerza colectiva que ayudara a que podamos hacer cultura entre todos. A ese concepto lo pudimos experimentar y fue una experiencia muy grata. Hacer el libro entre todos, con el lector como parte del proyecto”.
ROSARIO, HUELLAS INQUEBRANTABLES PARA REIVINDICAR LA INFANCIA
María Luz se fue de Rosario con sólo tres años de edad, a comienzos de la dictadura. Nieta de la Madre de Plaza 25 de Mayo, María Rosa Saint Girons (madre del joven desaparecido Guillermo White, tío de María Luz) su vida y su sentir siguieron conectados a la ciudad de la bandera. “Rosario es un lugar al que le tengo muchísimo cariño. Tanto mis padres como mi hermana que me sigue y yo, somos de allá. Rosario tiene para mí una cierta nostalgia porque es lo que me permite sostener mi relato familiar. Yo he ido construyendo mi relato rosarino en mi imaginario“, mencionó la escritora.
Y, más tarde, reflexionó: “Acompañar la infancia es un tema que para mí es más que importante. Yo vi vulnerada mi infancia, tuve que aprender a los golpes entendiendo el horror que se vivía en esos momentos. Es como que siento la necesidad de ofrecer historias que ayuden a los chicos y las chicas a sostenerse en momentos difíciles, a prepararse para la vida”.
En tal sentido, y viendo a la literatura como una compañía indispensable en momentos de crisis, la autora concluyó: “La palabra es salvadora. En estos momentos, poder expresar lo que uno siente o ponerle palabras, verlo reflejado en las lecturas que uno hace de otros textos, ayuda a gestionar lo que va pasando en la vida. La lectura viene a ayudarnos a entender la vida, el mundo. Es fundamental tener un libro a mano para poder refugiarse”.
Durante la Feria del Libro de Mendoza, se podrá disfrutar de algunos paneles junto a la escritora, como será el próximo miércoles 11 desde las 19 en “Autoras en espejo” junto a Marisa Pérez Alonso. Para repasar la programación completa, hacé click en este link.
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Imágenes: Gentileza