ENTREVISTA. Si bien es oriundo de Concordia, Entre Ríos, el actor y cantante se formó en distintos espacios de la ciudad de la bandera y ya es parte del arte local. Hoy es uno de los elegidos del reality de TELEFE.
El reality musical más aclamado del mundo vuelve a conquistar el prime time de la televisión nacional. La Voz, que cuenta con la conducción de Marley, se encuentra en la etapa de constitución de los equipos de cada uno de los jurados -Lali, la Sole, Mau & Ricky y Ricardo Montaner-. Uno de los elegidos es el concordiense Marcos Franchi, quien supo formarse y pisar la gran mayoría de los escenarios rosarinos a través del teatro convencional y musical.
“Me gustaría realizar un aporte no sólo desde mi estilo, mi música y mi imagen, sino también brindar contenido desde mi lugar. Quisiera marcar un rumbo hacia lo heterogéneo, lo distinto, lo que llama la atención. Que la gente diga ‘qué raro esto, pero me encanta’“, remarcó el artista en diálogo con IMPULSO.
Tacos, maquillaje, peinado y un gran collar generaron un combo perfecto para engalanar la voz del artista al entonar “Footloose”, fiel a su espíritu del musical, y con el que conquistó a La Sole -e hizo arrepentir a Lali de no girar su sillón-.
“Me encanta marcar esa diferencia. Me gusta este estilo, cuando lo veo me agrada, me divierte, me enciende, y me gusta proyectarle eso a los demás. Ponete lo que quieras, usá lo que quieras, que mientras te sientas bien, está todo bien”, resaltó con firmeza.
DEL LAGO DE CONCORDIA AL ESCENARIO ROSARINO
Marcos recuerda con gracia cómo a sus cinco años visitaba la zona del lago de Concordia, lugar al que concurrían muchas familias y amigos. Allí, agarrado de la mano de su madrina, recorría cada pequeña reunión para entonar algunas canciones y aguardar una propina por ello. “Mi madrina se moría de vergüenza”, relató entre risas, mientras recordaba que el repertorio rondaba entre “El día que me quieras”, algún fragmento del Himno Nacional o “Diosito Santo” del Puma Rodríguez.
Más tarde, la cuestión se volvió un poco más formal cuando cantó en vivo con micrófono en mano en el clásico Show Time del colegio Nea Siglo XXI. El mismo era un segmento que entremezclaba el teatro con el idioma inglés, ya que pertenecía a dicha área y, tras su actuación, se acercaron a la madre del artista para sugerirle que comience canto.
Años más tarde y con Rosario como su gran opción para continuar estudiando tras finalizar la escuela secundaria, el artista decidió apostar a la comedia musical dejando atrás la alternativa de la carrera de Psicología. “Comencé en la Academia del Broadway, estuve ahí un par de meses y luego audicioné para una compañía independiente de teatro musical. Quedé y ahí comenzó la vorágine con el canto, el teatro, y de todo un poco”.
TEATRO, PANDEMIA Y REINVENCIÓN
El comienzo del 2020 lo encontró pisando el escenario con la versión comedia del clásico de William Shakespeare, “Sueño de una noche de verano”. Además de actuar, oficiaba de asistente de dirección del rosarino Julio Chianetta -que, además, fue uno de los dos acompañantes que tuvo el artista en La Voz-.
Si bien pudieron culminar aquella temporada, comenzar a pensar en otros espacios para llevar adelante esta misma obra o trabajar en alguna nueva debió posponerse por el inicio del confinamiento en Argentina debido a la pandemia de Coronavirus. “En medio de ese parate, Julio hizo un vivo en sus redes y se me ocurrió empezar a hacer algo similar, como una especie de programa semanal a través de mis redes donde se conectaba gente y compartíamos distintas temáticas, hasta tuve invitados y, cuando estuvo todo más relajado, había invitados que venían a casa también y desde ahí transmitíamos”, recuerda.
Alrededor de 300 personas solían conectarse semana a semana para pasar un grato momento junto al artista y sus distintas propuestas: “Fue un intercambio hermoso. Había mucho humor, mucho material, siempre se trataba algún contenido, se compartía arte. Teníamos un momento de reflexión, de pensar y repensar, de resquebrajar las estructuras, estaba muy bueno”.
LA VOZ ARGENTINA
“Llegar a La Voz fue un torbellino”, asegura entre risas. En 2018, el artista audicionó por primera vez aunque sin éxito. Sin embargo, no se dio por vencido. En 2019 y con una nueva convocatoria, se volvió a presentar. Ya sabiendo más sobre cómo era audicionar y conociendo a otros artistas en la famosa “fila” de espera hasta ingresar al casting, Marcos pisaba más firme.
“Cuando entré, me acuerdo que había algunos productores, cámaras, coaches, y canté un tema de un musical muy viejo, del que se hizo hace algunos años una remake en cine. La canción es ‘And I am telling you I’m not going’ -de Bonnie Tyler, reversionada por Jennifer Hudson para Dreamgirls- y es realmente un tema muy conocido para la gente del ambiente musical. Me acuerdo que Vir Módica -directora musical de La Voz- me miró e hizo un gesto de aprobación. Después me nombraron que quedé para la prueba de cámara”, expresó.
Si bien debieron esperar todo un año debido a la conocida situación sanitaria, el 2021 lo encontró retomando el camino de este reality tan querido por el público local. “Acá estamos. Así llegamos a lo que pasa hoy. Es una locura hermosa”, concluyó. En breve, habrá más novedades del artista ya siendo parte del #TeamSole.
Imágenes: Gentileza Jano Pozzo para VIACOM CBS.