Aunque la mayoría de las grandes economías consiguió diversificar sus estructuras productivas, todavía hay países donde la dependencia de los ingresos de "la industria sin humo" es bastante alta.
La crisis generada por el coronavirus cambió por completo los esquemas de la economía y la mayoría de las empresas está sufriendo los efectos de una pandemia que parece tener largas y grises ramificaciones según lo expresa la revista especializada en economía Forbes en su versión española.
La Organización Mundial del Turismo habla de una caída de viajeros en torno al 30%.
Y aunque la mayoría de las grandes economías consiguió diversificar sus estructuras productivas, todavía hay países donde la dependencia de los ingresos del turismo es bastante alta.
Como segundo destino mundial en 2019 –con más de 83 millones de visitantes–, España también está sufriendo los negativos efectos de esta crisis sanitaria, pero no es el único. Estos son los 10 países europeos que más dependen del turismo extranjero: Croacia, en el cual el 20% de su PBI es producto de lo que gastan los turistas en ese país; Chipre, una isla con playas salvajes y ventosas pero con un ambiente familiar con el 14% de influencia del turismo en su economía; otro de los lugares en el mundo con gran incidencia del sector es Malta que en pleno Mar Mediterráneo atrae por su clima y cultura con el 12% de su PBI generado en turismo.
Además también se encuentran en la lista Portugal que basa cada vez más sus beneficios económicos en el sector debido a la diversidad de sus paisajes unidos a su gastronomía y sus vinos. Algo similar sucede con otro país de pequeña superficie como Grecia, con una historia inigualable y con viajeros que la visitan desde todo el mundo.
Asimismo países y regiones poco menos conocidas como Luxemburgo, Estonia, Bulgaria y Hungría sufren estos embates de la pandemia por la gran presión que la economía del turismo ejerce sobre sus finanzas.
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