El equipo de Klopp venció 2 a 0 al Tottenham del argentino Mauricio Pochettino y se quedó con la "orejona".
El Liverpool recobró la memoria de esos momentos gloriosos vividos en la historia y se quedó con su sexta Liga de Campeones de Europa tras vencer por dos tantos a cero al Tottenham con goles de Mohamed Salah de penal y del belga Divock Origi para adueñarse del torneo de clubes más importante del viejo continente.
El equipo de Jurgüen Klopp pegó de arranque y a los tres minutos ya estaba en ventaja, ya que después de rebotar primero en el pecho y posteriormente en el brazo del francés Moussa Sissoko, el árbitro esloveno Damir Skomina no dudó y marcó de esta manera el penal más rápido de la historia de las finales europeas, Mohamed Salah no perdonó y puso el uno a cero. Esta ventaja trastocó un poco los planes de Pochettino ya que arrancó en desventaja prácticamente del vestuario. Los “rojos” manejaron los tiempos de la primera etapa y pudo aumentar con un remate de media distancia de Robertson que el arquero Lloris mandó al córner.
El complemento mostró, en el comienzo, algo similar a lo sé había visto en los primeros 45 minutos, un Tottenham con ganas pero chocando con un buen trabajo de la defensa rival, aunque la gran figura de la noche sería el arquero del Liverpool Allison Becker, quién primero con un tiro del surcoreano Son Heung Min y acto seguido de Lucas Moura se transformó en el sostén de la ventaja.
Llegando al final, y después de un centro que quedó boyando en el área de los Spurs, el balón le quedó al belga Divock Origi que cruzó el remate lejos del alcance de Lloris para sentenciar la historia.
Después de 14 años el Liverpool volvió a ser el dueño del fútbol europeo y quedó tercero detrás del Real Madrid y Milán entre los más campeones del continente y sacó pasaje para el mundial de clubes. Tottenham y Pochettino lograron un hecho histórico y estuvo cerca de la gloria máxima pero se quedó nuevamente en las puertas del título internacional y con el sabor amargo de haber estado tan cerca.
Jurgüen Klopp, el técnico que hasta este sábado “perdía finales” y ahora se transformó en el DT más importante de Europa.
“Ganar es algo muy bueno, para nosotros es importante ganar, queremos ganar, es importante que ya no nos pregunten como nos sentimos cuando perdemos. Esto es solo el principio para este grupo” fueron las palabras del hombre más feliz seguramente en Madrid.
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