Ley de humedales: el humo y el desastre natural aún no alertaron al Congreso

Por Impulso

Un proyecto para proteger esos ecosistemas puede perder estado parlamentario en un mes. Entre 2020 y 2021, en el Delta del Paraná se quemaron miles de hectáreas. Lobbys, intereses y una agenda política esquiva ponen en jaque a un pedazo de naturaleza invaluable.

Ni una caravana de 350 kilómetros en kayaks ni la fuerza y la esperanza de los remos de los manifestantes fueron suficientes. Tampoco lo fueron las miles de hectáreas quemadas y los animales muertos. El río Paraná, sus humedales y su verde se secaron en la puerta del Congreso de la Nación. Allí solo tres diputados recibieron en mano un petitorio para acelerar el tratamiento de un proyecto que mueve a miles y también afecta a unos cuantos: el de la Ley de Humedales, que puede perder estado parlamentario a fin de año.

“No es que la ley se cayó, la dejaron caer”, lamentó Ivo Peruggino, referente de la Multisectorial Humedales. Él fue uno de los que vio de cerca la movilización de cientos de comprometidos con la posibilidad de que, tras las incesantes quemas en las Islas del Delta del Paraná, los políticos tomen cartas en asunto.

“La idea de hacer una caravana de kayaks, desde la ciudad de Rosario, remando 350 kilómetros hasta llegar a Capital Federal, surgió por la ausencia de respuestas por parte del Estado, específicamente de los diputados y diputadas que están en las comisiones que desde hace más de un año están trabando el proyecto de ley de humedales”, comentó en una entrevista con Impulso.

Ley de humedales

Y detalló: “Decidimos, ya que el Congreso no escucha al pueblo, que el pueblo vaya hasta la puerta del Congreso a llevarle en mano un papel con un petitorio de un plenario de comisiones. Es decir, una iniciativa para que las tres comisiones que están trabando el curso legislativo del proyecto de ley trabajen en simultáneo y de manera unificada para poder acelerarlo”.

Esa movida, que fue respaldada por miles que pidieron una respuesta en Plaza de Mayo, no surtió efecto. Solo tres legisladores recibieron el petitorio y, justamente, los tres eran de la única comisión que, hasta ahora, dio dictamen favorable al mismo. En paralelo, el medioambiente sufrió daños de todo tipo.

LEY DE HUMEDALES Y TIERRA ARRASADA

Llevamos un millón de hectáreas quemadas en los últimos dos años, solamente en el Delta del Paraná. Además, está destruida el 40 por ciento de la zona. Eso sin contar el resto de los humedales de todo el territorio argentino, teniendo en cuenta que casi un cuarto de todo el país es considerado humedal”, precisó Peruggino sobre los datos que maneja la agrupación que integra.

Ley de humedales

El informe “La vida hecha humo”, del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que comanda el médico e investigador Damián Verzeñassi, indicó que para noviembre de 2020 había 265.100 hectáreas afectadas por incendios. Los datos fueron aportados por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) del Gobierno nacional. Asimismo, Matías De Bueno, titular del Observatorio Ambiental de la UNR, le dijo a este diario que estiman que las hectáreas quemadas fueron 400 mil en 2020 y unas 250 mil este año.

Además, de acuerdo con el citado informe, el SNMF sostuvo que “el 95% de los incendios forestales” son a causa de la intervención humana en el marco de actividades de cría de animales, que modifica el ecosistema.

El fuego, aparte de generar un denso humo que puede causar complicaciones de salud, dañó y con fuerza al ecosistema del delta. En ese sentido, Peruggino explicó: “El daño, en lo que respecta a la flora y fauna, es tremendo. La fauna está sufriendo muchísimo, hace dos años consecutivos. Los reptiles, en los mayores meses de quemas, están hibernando. El fuego los pasó por arriba mientras dormían. En el caso de los mamíferos, solo se pueden escapar los más adultos, y si es que encuentran una tierra con alimentos y refugio para poder sobrevivir dentro de tanta tierra arrasada. Las aves pueden volar y escaparse del fuego, pero dejan atrás sus pichones y sus nidos. Y cuando llegan a la ciudad tienen muchísimos problemas”.

Ley de humedales

La flora tiene tal vez un poder de resiliencia un poco mayor, va a poder regenerarse si es que no se quemó el banco de semillas que está bajo la tierra –aclaró-. Todos los ecosistemas como bosques, humedales y demás, tienen un banco de semillas debajo de la tierra. Cuando estén dadas las condiciones necesarias van a poder resurgir siempre y cuando dejemos de meter la mano donde no tenemos que meterla. En caso de que la flora se pueda recuperar, le llevará muchísimos años”.

EL PROYECTO DE LEY

La iniciativa que puede perder estado parlamentario en poco más de un mes surgió como resultado de un consenso entre distintas propuestas de ley que nacieron de espacios políticos diversos y están vinculadas a la protección y el cuidado de los humedales. Los distintos proyectos confluyeron en un dictamen de mayoría, emitido por la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano.

La propuesta tiene un objetivo principal, y es “establecer los presupuestos mínimos de protección ambiental para la preservación, restauración y uso racional y sostenible de los humedales en todo el territorio de la Nación, reconociendo su valor intrínseco y resguardando su integridad ecológica, asegurando los servicios ecosistémicos que éstos brindan”.

Por otro lado, el proyecto de ley apunta a reglamentar una serie de aspectos que abarcan desde garantizar la preservación y restauración de los humedales, hasta protegerlos mediante el monitoreo de lo que en ellos sucede. También promueve la participación académica y ciudadana en investigaciones que contribuyan a la mejora en la gestión de esos espacios naturales.

Es una ley de presupuestos mínimos, es decir que las provincias no pueden invertir menos que eso en proteger y conservar estos espacios. Una vez que la ley sea sancionada, lo primero que se hace es un inventario territorial. Cada provincia tiene que hacer un relevamiento de todos los humedales que tiene en su territorio, cuáles son las actividades que se realizan en estos lugares y sobre todo cuál es el estado actual de esos ecosistemas. En base a eso se plantea un sistema de semaforización –zonas rojas, amarillas y verdes- en las que se van desarrollando actividades siempre garantizando que la producción se adapte a las características ecológicas y no al revés”, comentó Peruggino.

En tanto, uno de los artículos incluidos en el Capítulo III, titulado “Uso racional y Sostenible de los Humedales”, advierte: “Las áreas y zonas de humedales que sean objeto de incendios, o de cualquier acción antrópica o natural que modifique su integridad ecológica deberán ser inmediatamente restauradas por la autoridad competente en coordinación con la autoridad nacional de aplicación. Las mismas no pueden habilitar ningún cambio de uso del suelo o autorizar ningún tipo de obra y/o aprovechamiento económico hasta tanto no se culmine la restauración”.

LOBBYS Y TRASFONDO POLÍTICO

En concordancia con lo que denuncia constantemente la organización que integra, Peruggino aseveró que “la ley no avanza por intereses particulares”. El referente de la Multisectorial Humedales reveló que esos intereses son de personas que llevan adelante sus negocios en los territorios de humedales y que están dispuestas a “saquear, depredar y destruir” estos sistemas. “El problema –fustigó- es que nuestros gobernantes están defendiendo en el Congreso esos intereses particulares”.

En esa línea, denunció la existencia de tres lobbys que detendrían el avance del proyecto, habló de “complicidad” de los gobernantes y mencionó “las especulaciones y el lobby inmobiliario”; “el lobby del agronegocio para quemar humedales y poner cada vez más vacas”; y, si bien aclaró que no afecta en el Delta del Paraná pero sí en otros humedales, hizo referencia al “lobby minero”. En suma, Peruggino insistió: “Son tres lobbys muy poderosos que tienen fuerza no solo fuera sino también dentro del Congreso”.

A principios de 2020, el diputado nacional por el Frente Progresista, Cívico y Social, Enrique Estévez (cuyo nombre figura también en el dictamen del proyecto consensuado), presentó su propio proyecto de ley de humedales, como respuesta a los “sucesivos incendios producidos frente a Rosario” y por la “necesidad de proteger esos ecosistemas en todo el país”.

Hoy, a más de un año de esa presentación y ante la posible pérdida de estado parlamentario del proyecto de ley consensuado, Estévez dialogó con Impulso sobre el no avance de la iniciativa y profundizó: “Hace falta planificación desde el oficialismo nacional y desde los oficialismos provinciales”.

A su vez, hizo hincapié en que “hace falta voluntad política” para avanzar con este tema y resaltó que aunque el proyecto avance, es clave el trabajo para que la ley no quede “en letra muerta”. “La ley sola no es solución”, avisó y, volviendo a su crítica a los oficialismos, cargó contra el mandatario provincial de Santa Fe. “La intervención del gobernador Perotti fue, como en otros temas importantes para la provincia, nula”, cuestionó.

HUMEDALES: IMPORTANCIA Y FUTURO INMEDIATO

Con la continuidad de las quemas y la falta protección de los humedales, que según Estévez “representan el 21.5% del territorio nacional en la Argentina”, habrá consecuencias que no solo recaerán en animales y plantas, también afectarán a la especie humana.

Ley de humedales

“Lo que estamos perdiendo son las funciones ecosistémicas que el humedal nos brinda no solo al resto de las especies, sino sobre todo al ser humano. Los humedales retienen nutrientes contaminantes, almacenan carbono (que hace que se desacelere el cambio climático), son una reserva de agua dulce, filtran el agua y el aire y le brindan hábitat y alimento a muchísimas especies. Incluso, la destrucción de estos ecosistemas puede alterar la dinámica ecosistémica de otros países”, describió Peruggino.

En la actualidad, el proyecto de ley continúa en la Comisión de Agricultura y Ganadería (que cuenta con cinco integrantes santafesinos), al tiempo que para que llegue a tratarse también deberá pasar por la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios, y por la de Presupuesto y Hacienda (integrada por, entre otros, cuatro legisladores por Santa Fe).

En base a lo publicado en el informe “La vida hecha humo”, tras las intensas quemas el Delta del Paraná es una región considerada “en peligro” por la comunidad científica y organismos internacionales. Mientras tanto, la agenda parlamentaria posterga el tratamiento del tema y, aunque el presidente Alberto Fernández predique en cumbres mundiales promesas sobre acciones climáticas y compromiso con el medioambiente, en el Congreso no parece ser un tema urgente. Cambiando la frase original de Jorge Valdano sobre el fútbol, podría decirse que en este caso la agenda ambiental es la más importante entre los temas menos importantes.

Imágenes: Gentileza. Créditos: Sebastián Granata, Marcelo Manera.

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