La medida se extiende hasta dentro de 15 días. “Sería necesario una postergación de la fecha de cierre", explicó un tributarista.
Las pymes son, por ahora, las principales actoras de la moratoria impositiva que el Gobierno lanzó con el objetivo de resolver la situación de muchas empresas y mejorar la recaudación en tiempos de Coronavirus, indicaron los tributaristas consultados por Télam.
En tanto que para las grandes empresas el escenario es más difícil y hasta ahora han demostrado un nivel bajo de ingreso, agregaron los especialistas.
La moratoria para deudas impositivas y previsionales propuesta por el Gobierno nacional y aprobada a mediados de agosto por el Congreso, incluye a empresas, comerciantes, profesionales, monotributistas, autónomos, cooperativas y entidades sin fines de lucro que mantengan deudas con la AFIP hasta el pasado 31 de julio.
El alcance de la Moratoria 2020 se extendió a las personas humanas y jurídicas que no habían sido contempladas a fines de 2019 y podrán regularizar sus deudas con un plan de hasta 120 cuotas, cuyo primer pago vence el 16 de diciembre próximo.
“Hay muchos interesados“, reconoció Iván Sasovsky, Ceo de Sasovsky y Asociados, pero advirtió que las dificultades se encuentran a nivel de los requisitos solicitados por la AFIP a partir de la reglamentación, motivo por el cual consideró necesario se extienda el plazo para entrar a la moratoria fijado para fin de octubre.
“Tanto a nivel de sistemas como en cuanto a los requisitos solicitados por la propia AFIP a partir de la reglamentación complicaron la situación ya que solicitan a las pymes la certificación de los activos externos, lo que generó que muchos planes que se podrían estar ingresando hoy no lo estén haciendo“, señaló Sasovsky.
Según el tributarista, “los sistemas no están respetando la normativa y exigen la certificación de activos en el exterior y requisitos que son sólo para los que no tienen el certificado pyme“, con lo que “está muy engorroso el procesamiento y la incorporación de obligaciones en la moratoria“.
Lo mismo indicó sobre la apertura al 26 de agosto respecto de la composición del patrimonio. “Sólo quedan 15 días y sería necesario una postergación de la fecha de cierre“, agregó.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Silvio Rizza, presidente de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, Fapce, coincidió en el interés que la moratoria ha despertado entre las empresas pequeñas y medianas y en la necesidad de postergar la fecha de cierre. “Que la primera cuota venza en diciembre da cierto margen como para hacerlo“, indicó.
Rizza adviritó que “lo que no se está moviendo es el tema de la repatriación, pero la moratoria tiene un nivel aceptable de movimiento“.
Coincidió que las principales interesadas son las pymes “que vienen con mochila, deuda vieja. Para muchas empresas sería sacarse una deuda enorme de encima pero hay que ver qué es lo que pasa con la actividad y la previsión de posibilidades de pago“.
Por su parte Silvia Tedin, socia de SMS -San Martín, Suárez y Asociados- reconoció que el interés es “sólo de algunas pymes que están refinanciando planes, para eso es útil o aquellas que están aprovechando para ponerse al día en las deudas que acumularon a julio”, y agregó que donde hay más interés es en el caso de los pequeños contribuyentes.
Tedín explicó que el bajo nivel de ingreso por parte de quienes consultan se debe que “es una moratoria bastante más compleja que otras y los clientes necesitan tiempo para analizar si van a poder cumplir con las cuotas en este nuevo mundo pospandemia, una fecha más acertada hubiese sido 30 de noviembre o primeros días de diciembre“.
Por otra parte, destacó que “en el segmento de pequeños contribuyentes con deudas de autónomos o monotributo advertimos un interés y una decisión de ingreso mayor“, precisó Tedin.
Télam