La judoca argentina Paula Pareto debuta en los Juegos este sábado a la madrugada del país ante la sudafricana Whiteboi. La gran historia dorada de la primera mujer argentina campeona olímpica.
En Río 2016, la judoca Paula Pareto se metió en la historia del deporte argentino al convertirse en la primera mujer del país en ganar una medalla de oro. La “Peque” fue campeona en su categoría -48kg, en la que había obtenido el bronce ocho años antes en Beijing.
En esta oportunidad debutará el próximo sábado ante la sudafricana Geronay Whiteboi en los Juegos Olímpicos de Tokio, en tanto que su compatriota, el tucumano Emanuel Lucenti enfrentará el martes al búlgaro Ivaylo Ivanov, según lo determinó el sorteo.
La “Peque” Pareto, disputará su combate el sábado a las 00.05 (hora de la Argentina) en la categoría de hasta 48 kilos.
Pareto, nacida hace 35 años en San Fernando, fue la primera campeona olímpica argentina en judo y ganó además el Mundial de su deporte en 2015, además de haber sido bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Por su parte, el tucumano Lucenti enfrentará al búlgaro Ivaylov Ivanov el próximo martes por la segunda ronda a las 00.31 (hora de la Argentina) en la categoría de hasta 81 kilos.
El tucumano de 36 años fue medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, entre otros títulos.
HISTÓRICA Y PARA SIEMPRE
El 6 de agosto, primer día de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la judoca Paula Pareto de 30 años sumó la primera medalla y de oro de la delegación argentina pero además la primera presea dorada para una atleta mujer del país, algo por el cual quedará en la historia olímpica albiceleste.
En el primer combate, Pareto venció por ippon a la última campeona juvenil, la rusa Irina Dolgova. En cuartos de final derrotó a la húngara Eva Csernoviczki. En la semifinal le ganó a la japonesa Ami Kondo, campeona mundial en 2014.3
La final fue contra la coreana Jeong Bo-Kyeong, tercera en el Campeonato Mundial de Judo de 2015, quien tomó la iniciativa desde los segundos iniciales y estuvo a punto de lograr una anotación, evitada por Pareto con un notable movimiento.
Poco a poco la argentina equilibró las acciones, neutralizando los ataques de su contrincante.
Promediando el combate, Pareto sufrió un corte sangrante debido a dos golpes en la cara, que obligó a suspender momentáneamente la lucha. Recuperada, la judoca bonaerense logró un wasa-ari, obteniendo la ventaja que finalmente le daría la medalla.
Pareto ya había obtenido una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Fuente: Télam
Imágenes: Gentileza