La cuestión climática perjudicó a la región según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en cambio mejoraron las terminales del Delta del Río de la Plata.
La participación de los puertos del Gran Rosario en los embarques de granos, aceites y subproductos argentinos cayó en 2021 a su menor porcentaje en casi un cuarto de siglo por la peor bajante del Río Paraná en más de 50 años, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Se estiman embarques de granos, aceites y subproductos desde las terminales que se encuentran entre Arroyo Seco al sur y Timbúes al norte por un total de 69,8 millones de toneladas, unas 225.000 toneladas menos que el año anterior, según información preliminar oficial y estimaciones de la entidad.
En volumen, dicho tonelaje resulta el más bajo desde la sequía de 2018, pero, como porcentaje del total, ya que cuatro años atrás todos los nodos portuarios argentinos vieron resentir sus cargas por el mismo motivo.
En cambio, este año la caída de los embarques desde el Gran Rosario coincide con un incremento en las toneladas totales de granos, aceites y subproductos despachadas desde la Argentina hacia el exterior, 93,9 millones de toneladas, 5% más que en 2020.
Así, la participación del Gran Rosario en los despachos totales cayó de 78% en 2020 a 74% en 2021, el menor registro desde 1998, cuando los muelles al norte y al sur de Rosario cargaban menos de 30 millones de toneladas en el año.
En cambio, el share de las terminales oceánicas de Bahía Blanca en los embarques totales alcanzó un récord histórico de 14%, tres puntos porcentuales por encima del año anterior, al embarcarse más de 13 millones de toneladas de granos y subproductos en 2021, el mayor tonelaje en su historia.
Se destacan también el incremento interanual de los embarques desde las terminales que se ubican sobre el Río Paraná, pero más cerca de su desembocadura en el Río de la Plata, como Zárate/Guazú (47% respecto al año anterior, con 1,7 millones de toneladas) y Ramallo (77% con relación al 2020, despachando 1,2 millones).
Para 2022, según la BCR, el panorama no es alentador: “Las proyecciones continúan siendo desfavorables para enero y febrero; y, de no quebrar esta tendencia, el tonelaje cargado en los buques podría continuar resintiéndose, impactando en pérdidas millonarias para la exportación de productos agroindustriales argentinos”, advirtió la entidad.
El bajo nivel que actualmente se observa en el Paraná no se limita a una relocalización de embarques entre puertos, a costa de los mayores egresos que ello genera, sino que también repercute en el precio de exportación de los principales productos que se despachan desde la zona, como el aceite y la harina de soja.
En este sentido, comienzan a ampliarse las brechas entre los precios FOB de exportación de harina de soja que se pagan en puertos de Brasil respecto de los que alcanzan en Argentina, advirtió el trabajo de la entidad.
En los primeros días del 2022, la diferencia de precio FOB entre la harina de soja embarcada en Argentina con la embarcada en Paranaguá, Brasil, supera ya los US$ 10 por tonelada.
Aunque aún dista de los más de US$ 40 por tonelada del año pasado, que significó pérdidas por más de US$ 620 millones en exportaciones de harina y aceite de soja en los primeros meses de 2021, será un tema a seguir con cuidado en los meses venideros, concluyó la BCR.
Fuente: Télam