La temporada estival pampeana puso primera con un lugar turístico que ofrece playas, práctica de deportes acuáticos y un paisaje natural poblado por aves de varias especies.
La provincia de La Pampa decidió inaugurar este sábado la temporada estival en el balneario “Ojo de Agua”, ubicado a solo 3 mil metros de la localidad de Uriburu, donde los y las visitantes podrán bañarse en ese espejo de agua salada, practicar deportes acuáticos, disfrutar de la naturaleza y del avistaje de más de 80 especies de aves, recursos naturales que convierten a la laguna en un lugar turístico único en la zona, según la Secretaría de Turismo local.
Al anunciar el lanzamiento de la temporada turística de La Pampa, la secretaria de Turismo, Adriana Romero, afirmó que “este verano nos encuentra con un desafío muy importante, que es el de trabajar muy a conciencia con nuestra propia ansiedad y la de la gente, que quiere una revancha. Entonces, debemos maximizar el esfuerzo para que todos nos manejemos con los protocolos debidos y con las reservas previas, para tener una buena temporada de verano“.
En relación al balneario, Romero indicó que “hay dos grandes demandas en turismo: la del verde y la del agua, y en La Pampa la demanda de agua está plenamente satisfecha, en parte, gracias al Ojo de Agua de Uriburu donde se pueden practicar deportes, pasar hermosos momentos en familia en las playas o recorriendo el caldenal. Eso le da al lugar características muy diferencial y que nos pone de manera muy competitiva con este tipo de oferta turística y recreativa“, remarcó.
Ojo de Agua está ubicado a 3 mil metros al oeste de la localidad pampeana de Uriburu, a sólo unos 45 kilómetros de Santa Rosa y cobró auge a partir de que la laguna capitalina Don Tomás sufriera una contaminación que obligó a los amantes de los deportes acuáticos a buscar temporalmente nuevos horizontes.
“Estamos expectantes por la pandemia, abrimos este sábado a las 9 y celebramos que la apertura del turismo en la próxima temporada estival en La Pampa tenga como epicentro a la laguna de nuestro pueblo, donde desde la gestión hemos trabajado fuertemente para cubrir la demanda y ofrecer un lugar que reúna todas las condiciones necesarias que el visitante requiere“, dijo a Télam el intendente de Uriburu, Pascual Fernández.
EL LUGAR Y SU BELLEZA
Este complejo turístico que se ubicó en las grillas preferidas de los y las pampeanas, además de un lugar de recreación “constituye un espacio generador de fuentes de trabajo, de manera directa como indirecta y esos son aspectos sumamente significativos, en una pequeña localidad como la nuestra de 1500 habitantes“, señaló.
Uriburu es un pueblo que está rodeado por varias lagunas; fueron esas características las que convocaron a cazadores-recolectores de los pueblos originarios y así lo demuestran los últimos hallazgos arqueológicos.
En la localidad existen seis lagunas y algunas son de características permanentes y otras semipermanentes y por su ubicación geográfica unas tuvieron más trascendencia que otras a lo largo de la historia.
Entre las importantes “podríamos citar la que se encuentra en el paraje ‘Lonco May’ que la cruza la rastrillada de Pincén y donde el ejército marcó línea de frontera con el Fortín ‘Lonco May’ también escrito por otros ‘Longomay’, laguna esta última donde pasó su primer noche como prisionero el cacique Pincén“, explicó Fernández.
“Debajo de ella, hay un yacimiento arqueológico con piezas que fueron encontradas y datan de 6 mil a 7 mil años, fue una zona habitada por ranqueles, el hallazgo de estas piezas evidencia la preexistencia de los mismos, por eso se preserva el lugar, para avanzar en la investigación que desarrollaron entre febrero y marzo especialistas en la materia“, comentó el jefe comunal.
El predio tiene 140 hectáreas, la laguna tiene 3000 metros de largo por 600 ancho, con una profundidad de 1,80 y un piso muy parejo, las playas son arenosas y es una reserva natural protegida, razón por la cual no se llevan a cabo shows musicales, porque en ella habitan más de 80 especies de aves que pueden observarse revoloteando por ese espejo de agua, y atraen la mirada de los miles de visitantes que año a año concurren al lugar.
“Esta laguna, que originariamente se llamó ‘La Gaviota’ y que figura en planos elaborados entre 1876 y 1882 es una laguna algo salada, la cruza una rastrillada que viene del camino de Pincén y según estudios que llevamos adelante, va en dirección a Ataliva Roca para después seguir a Perú y de ahí al río Colorado hasta llegar al camino de los Chilenos“, explicó el funcionario.
INFRAESTRUCTURA
El complejo cuenta con parrillas, zona de playa, baños, buffet, luz eléctrica y bancos para responder a la demanda, y se habilita con un protocolo acordado en tiempos de pandemia, con un ingreso que debe ser solicitado a través de una app y con una cantidad que no supere las 400 personas, cuando en temporadas anteriores la afluencia turística superó las 4.000 personas.
“En tiempo de pandemia no descuidamos el aspecto sanitario y para ello hemos determinado que los grupos no podrán exceder las 10 personas, el ingreso al agua debe ser con distanciamiento y se permiten deportes acuáticos o actividades que no usen motor“, aclaró Fernández.
Además comentó que por el Covid-19, en el ingreso se instaló una cabina sanitizante al igual que en los baños, se dispuso una ambulancia que dio el Gobierno provincial y es de uso permanente, hay un enfermero y en caso de primeros auxilios se realiza el traslado al hospital local.
El precio de la entrada será 150 pesos por persona, se paga a partir de los 12 años, mientras que jubilados y pensionados abonarán 100 pesos.
Télam