El esquema de trabajo, a cargo de personal de distintas áreas y voluntarios, facilitó la organización y el desarrollo de las operatorias en las entidades financieras abiertas.
Con un equipo de cien personas, bebidas calientes y filas de sillas ubicadas estratégicamente frente a las sucursales, la Municipalidad de Rosario llevó adelante este sábado un operativo de control y ordenamiento en la zona bancaria de la ciudad con motivo de la apertura de las entidades financieras para el pago de prestaciones a jubilados y pensionados durante el fin de semana.
En la jornada, un centenar de trabajadoras y trabajadores municipales, algunos reubicados de sus funciones habituales, y miembros de Rosario Solidaria y Scouts Argentina, tuvieron a su cargo la contención y organización de quienes se acercaban a las sucursales que abrieron sus puertas.
Teniendo en cuenta las situaciones generadas este viernes, las áreas responsables del municipio decidieron concentrarse en alrededor de 20 sucursales en las que se detectó mayor afluencia de público y, por ende, un aumento de las situaciones conflictivas.
Fue el caso del Banco Piano, ubicado en Santa Fe y Mitre, en cuyas adyacencias fue interrumpida la circulación y, previo al horario de apertura, se armaron filas de asientos, contemplando la distancia recomendada y con capacidad para un centenar de personas. Esta medida, que se replicó en otras entidades, logró que el inicio de las actividades fuera más dinámica y contribuyó a ordenar el tiempo de espera.
También se instalaron equipos de sonido en el sector de ingreso de cada banco para anunciar los números, a la par que se articuló una fila diferenciada para la atención de las personas que habían quedado en lista de espera el día anterior.
En este sentido, la Asociación de Eventos Unidos, compuesta por varios productores rosarinos, colaboró proveyendo tanto el audio como las sillas y vallas con las que se organizaron y dispusieron las filas que, a partir de respetar el distanciamiento social que debe haber entre una persona y otra, permitieron que abuelas y abuelos pudieran permanecer gran parte del tiempo sentados.
Asimismo, y tal como sucedió este viernes, voluntarias y voluntarios proporcionaron bebidas calientes, se ocuparon de repartir alcohol en gel, de solicitar que se mantenga la distancia aconsejada entre las personas, de responder preguntas y de asistir a cada persona, siempre trabajando en forma coordinada con las áreas de control según la sucursal.
Otra medida adoptada desde este viernes, y que este sábado se reforzó, fue la asistencia a quienes debían operar a través de cajeros no humanos. Al no haber personal bancario asesorando a los usuarios en este tipo de operatoria, se detectó que la cola de personas que debían cobrar por cajeros automáticos con huella se demoraba o directamente no avanzaba.
Ante esto, se decidió asistir con personal tanto de las áreas de Control como voluntarios, a aquellas personas que lo requirieran a los efectos de facilitar una interacción con la que muchas de ellas no estaban familiarizadas y transformarla en una acción más sencilla y efectiva.
A su vez, los agentes municipales y los voluntarios que concretaban tareas en el interior de las sucursales procedían a limpiar con alcohol en gel, luego de cada operatoria, los equipos utilizados, a la par que ofrecían a cada usuario este elemento antes de retirarse, buscando promover y mantener en todo momento las medidas de higiene.
Finalmente, y dados los beneficios registrados a la hora de organizar el tiempo de espera y dinamizar las distintas gestiones, desde el municipio se señaló que el esquema de trabajo implementado durante la jornada se mantendrá en los próximos días.