Esto se debe a que aún no presentó un plan de pagos.
La cerealera Vicentín, una de las más grandes alimenticias de la Argentina, no presentó un plan de pagos tras haber pasado un mes de haberse declarado en default y su habilitación para operar podría ser suspendida.
La firma de capitales nacionales entró en cesación de pagos por “estrés financiero” y aún no hay certezas acerca de su futuro, con una deuda de más de 1.000 millones de dólares que debe reestructurar.
Las tres plantas agroindustriales de producción que tiene la compañía en la provincia de Santa Fe siguen paralizadas y continuarían en el mismo estado hasta el 20 de enero, de acuerdo a lo informado por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo.
Se acercan días claves para el futuro de la firma dado que se espera un fallo de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que podría terminar con la suspensión de la firma para operar en la entidad.
Eso se resolvería porque Vicentín no cumplió con el acuerdo de pago con uno de sus acreedores que llevó el caso a esa instancia, como BLD, una firma de correacopio que también entró en cesación de pagos en octubre pasado.
Si se termina de confirmar la sanción, la empresa quedaría en un escenario de mayor debilidad, porque la inhabilitación para poder operar en el mercado sería lapidaria para la confianza construida sobre todo en el exterior a lo largo de sus 90 años de historia.
El plan de pagos podría ser presentado antes del viernes próximo, dado que ese día vence el plazo que habían solicitado los propios directivos de Vicentín en la primera audiencia de conciliación.
El 29 de diciembre la firma oriunda de Avellaneda incumplió el pago de 184 millones de pesos a la compañía BLD, pero esa firma no informó aún ese incumplimiento a la Cámara Arbitral; en cambio, sí lo hizo el acopio LBO, que reclama una acreencia a Vincentín.
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