Desde el regreso de la democracia a la fecha, solo Menem y Kirchner lograron contenerla un tiempo
La promesa de campaña más recurrente de Mauricio Macri cuando pedía el voto para presidente de la Nación fue: “La inflación no va a ser un problema. Bajarla es fácil. El Estado es responsable. Si en mi gobierno hay inflación yo voy a ser el responsable”.
El aumento sostenido de los productos que conforman la canasta básica de alimentos en Argentina es una constante en los gobiernos desde el regreso de la democracia. Solo Carlos Menem desde la convertibilidad y los primeros cuatro años del gobierno de Néstor Kirchner lograron cortar con los clásicos periodos inflacionarios en el país.
Al cumplirse tres años de gestión de Macri, el gobierno nunca pudo alcanzar la meta inflacionaria.
En 2016, cuando la proyección oficial fue del 20 por ciento, el año cerró en Santa Fe con un promedio de aumentos del 32,9 por ciento.
En 2017, cuando la meta del gobierno de Macri fue del 17 por ciento, el Índice de Precios del IPEC de Santa Fe (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos) fue del 26,1 por ciento.
En 2018, cuando la meta inflacionaria del gobierno nacional fue inicialmente del 10 por ciento y luego corregida al 15 por ciento, la inflación cerrará al 50 por ciento.
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