Las integrantes del equipo alemán de gimnasia decidieron utilizar un uniforme completo durante Tokio 2020 para ponerle fin a la "sexualización" de la disciplina.
La decisión de las atletas alemanas fue advertida en las eliminatorias de gimnasia desarrolladas en la víspera, cuando se las vio con un uniforme que les cubría todo su cuerpo.
Tokio 2020 es la primera edición de los Juegos Olímpicos posterior al escándalo de Larry Nassar, ex médico del equipo estadounidense de gimnasia condenado a 176 años de prisión por abuso sexual sobre centenares de atletas de ese país.
Nassar fue condenado tras la denuncia de varias gimnastas y gracias al testimonio de diversas integrantes del equipo estadounidense, incluyendo figuras que participan de Tokio 2020.
En sus declaraciones, lamentaban que la cultura de la gimnasia toleró un ambiente el abuso y el acoso sexual sobre las jóvenes atletas durante años.
Parte de esa condena recordaba que los varones, a diferencia de las mujeres, realizan prácticamente los mismos ejercicios con uniformes que les cubren todo el cuerpo.
El uniforme de los varones incluye pantalón largo para ejercicios en la barra o shots para las rutinas sobre el piso.
PARA CAMBIAR LA HISTORIA
Para iniciar un cambio en esta tendencia, la selección femenina alemana compitió por primera vez con un uniforme que llegaba hasta los tobillos en el torneo europeo de abril pasado.
“Nos sentamos y dijimos que debíamos sorprender. Queríamos mostrarles a todos que somos sorprendentes en una competición importante”, explicó Sarah Voss, de 21 años, sobre la decisión de cara a Tokio 2020.
“Apoyo su decisión de lucir cualquier cosa que les guste y que les permita sentirse cómodas”, agregó Biles, de 24 años y la atleta con más medallas del Mundial de gimnasia al quebrar el récord de 23 preseas.
La decisión del equipo femenino de gimnasia olímpico de Alemania se conoció días después de que la selección noruega de handball de playa fue multada por utilizar un pantalón similar al de la selección masculina en vez de la parte inferior de una bikini durante el torneo europeo de la disciplina disputado en Bulgaria.
MÁS COMODIDAD Y MENOS SEXUALIZACIÓN
Bajo su iniciativa subyace la necesidad de sentirse cómodas consigo mismas frente a la sexualización que en ocasiones se hace de las gimnastas.
“De pequeña no veía el traje ajustado como un gran problema”, explicaba la propia Voss a la televisión alemana ZDF, “cuando comenzó la pubertad, cuando tuve la regla, comencé a sentirme menos cómoda”.
Seitz, por su parte, compartió en sus redes sociales, sin más comentarios, numerosas fotos de jóvenes gimnastas que circulan por internet atrayendo, según ella, a mucha gente que no está interesada en el deporte.
Voss, a su vez, recordaba que en los entrenamientos llevan pantalones cortos y que durante la competición la sensación de que “el maillot se mueve cuando haces muchos ejercicios” puede ser incómoda.
“ Queríamos mostrar que cada mujer, cada persona, debe decidir qué vestir“
Aunque los trajes que cubren las piernas estaban autorizados por las autoridades federativas de la gimnasia, hasta ahora se había recurrido a ellos únicamente por motivos religiosos, mientras que las gimnasta alemanas quieren universalizar la posibilidad de elegir.
Seitz, que en Tokio compite en sus terceros Juegos Olímpicos, resumía el espíritu de la iniciativa: “Queríamos mostrar que cada mujer, cada persona, debe decidir qué vestir”.
Fuente: ANSA