Impulso

En la actualidad el centro de la atención a nivel mundial pasa por otro lugar y no por el fútbol, la llegada del COVID-19 a Argentina y la lucha por combatirla desde el Gobierno Nacional acapara toda la atención como sucede a nivel mundial.

Más allá de eso hay dos temas que para los dirigentes del fútbol argentino comienzan a estar en carpeta, la más importante es como resolver el tema económico para los clubes y ver como continuará post cuarentena.

En lo que casi todos los dirigentes están de acuerdo, sin decirlo de manera oficial, es que será casi imposible reanudar el fútbol argentino antes de mayo a pesar que en principio la cuarentena sería hasta el 31 de marzo (los rumores marcan una posible extensión), por ende será imposible finalizar esta Copa de la Superliga (se disputó una sola jornada) antes de mayo, fecha donde ya tendrían que estar definidos los descensos.

Contemplando esa situación, se baraja con fuerza la posibilidad de suspender los descensos, y que el próximo torneo de primera división este constituido por 26 equipos, los 24 que conforman el actuar torneo y los ganadores de la zona A y zona B del torneo de la Primera Nacional.

De esta manera, se busca evitar la denominada “teoría castigo” que significa tomar decisiones que conlleven a una cantidad no menor de amparos y a definir un tema deportivo en la judicialización de los descensos.

Marcelo Tinelli no quiere arrancar con el pie izquierdo con varios dirigentes su gestión al frente de la Liga Profesional de Fútbol que reemplazará a la ya prácticamente desaparecida Superliga.

¿Y EL ASCENSO? Claro que esto también trastocará los otros torneos de ascenso, teniendo en cuenta la modificación probable en el campeonato mayor el Departamento de torneos de AFA junto a la Secretaría ya habrían puesto manos a la obra en la reorganización de todas las divisiones del fútbol argentino para tratar de rearmar un esquema que se vio seriamente herido por la llegada inesperada del Coronavirus.