El homeschooling y el homeoffice son tendencias que llegaron para quedarse. Pero, ¿el país cuenta con la conectividad necesaria?
Desde hace unos años se viene instalando el concepto de “casa inteligente” a partir del continuo desarrollo de dispositivos y programas que generan mayor eficiencia en la vida cotidiana. Esta nueva tendencia tiene varios beneficios como la comodidad, eficiencia energética, automatización de tareas, gestión de tiempo, seguridad y accesibilidad. Frente a este escenario, es vital la calidad y el ancho de banda acorde a estas tecnologías. Definitivamente esta “nueva normalidad” requiere de un replanteo de la arquitectura de red y TI existente.
Las viviendas con control y automatización inteligente son aquellas que cuentan con electrodomésticos y sistemas de climatización, ventilación, iluminación, sistemas de audio y vídeo, y de seguridad que se pueden comunicar entre sí y pueden ser controlados de forma remota desde cualquier lugar con el dispositivo que se desee. Por ejemplo, podríamos pulsar un botón en nuestro celular y apagar las luces o prender el aire acondicionado.
Para poder instalar estas nuevas tecnologías debemos adaptar nuestros hogares y contar con un ancho de banda que lo permita. La conexión WiFi hogareña se volvió un servicio básico y esencial en el último año, tan necesario como la luz o el gas. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) durante el 2020 los accesos a internet fijos residenciales crecieron 4% y los accesos fijos de organizaciones tuvieron una caída de 14,1%.
Sin embargo, la cantidad de nuevos usuarios conectados constantemente puede presentar ciertos desafíos como mantener la conexión a Internet sin caídas. Para evitar estos conflictos los proveedores de servicios de internet (ISP´s) necesitan desarrollar una infraestructura que soporte un gran número de dispositivos simultáneamente.
La fibra óptica tiene la capacidad de enviar grandes cantidades de datos e información, una mejor seguridad de la señal y la simplicidad de monitoreo, lo que ayuda a prevenir fallas. Nuevas tendencias: la conectividad como factor clave para elegir una vivienda a lo largo del país
Sumado a esta nueva tendencia, es importante mencionar que el aislamiento social también puso a prueba la conexión de internet de nuestros hogares con la educación y el trabajo a distancia, decenas de videoconferencias, entre tantas actividades que debieron digitalizarse. Esto generó que la conectividad modificara su demanda, ya sea porque el consumo residencial creció en gran medida, como también debido a la redistribución geográfica que habilitó el hecho de poder trabajar “desde cualquier lado”.
Frente a este contexto que llegó para quedarse, los productores inmobiliarios deban contemplar la calidad de la conectividad como condición necesaria para la radicación de un nuevo inquilino o propietario. Asimismo, se aceleró el interés de las empresas constructoras en incorporar a sus proyectos de desarrollo redes de fibra que lleguen directo al hogar.
Desde Furukawa Electric LatAm, empresa fabricante de soluciones completas para infraestructura de Redes de Comunicación y Energía, registramos un constante incremento de las consultas por parte de los desarrolladores inmobiliarios y de las cooperativas en toda la Argentina. Desde el comienzo de la pandemia hemos acompañado múltiples proyectos de este tipo, comprobando en cada uno de ellos la relevancia que tomó la conectividad en el rubro inmobiliario.
Además, las zonas donde se demandaba mayor conectividad evidencia una atomización. Debido al encierro provocado por el aislamiento social preventivo y obligatorio, las personas se desplazaron de las grandes urbes hacia localidades más alejadas, con el objetivo, en muchos casos, de cambiar de departamentos a casas y disfrutar de espacios abiertos en el interior del hogar.
Ante esto, es fundamental democratizar la fibra óptica para garantizar el acceso a internet tanto en los grandes centros urbanos como en las localidades más pequeñas de todo el país. El rol de las cooperativas ha sido y es fundamental en este aspecto. Actualmente en Argentina hay aproximadamente 547 cooperativas de telecomunicaciones registradas que prestan servicios de internet, telefonía y/o televisión por cable distribuidas en 20 provincias con el objetivo de acortar la brecha digital y generar una mayor igualdad de condiciones aún en los pueblos más pequeños y alejados.
*Por Lucas Samyn, responsable de Producto y Aplicaciones de Furukawa Electric LatAm