La empresa inmobiliaria afrontaba pagos de intereses de bonos por un valor total de 82,5 millones de dólares que vencieron el 6 de diciembre.
El gigante inmobiliario chino Evergrande, con una enorme deuda y cuya salud financiera preocupa a los mercados, entró en suspensión de pagos según el anuncio de la agencia de calificación de riesgos Fitch.
El 6 de noviembre, el grupo, cuyo pasivo supera los 300.000 millones de dólares, debería haber realizado un reembolso de 82,5 millones de dólares por el que tenía un periodo de gracia de un mes más, que terminó el martes.
Ni la empresa ni el régimen chino han confirmado que Evergrande haya incumplido sus deudas, aunque la compañía dijo el viernes pasado que “no había garantías” de que pudiera cumplir con los pagos de su deuda al entrar en un proceso de reestructuración con ayuda de funcionarios del Gobierno local.
Fitch aseguró que intentó ponerse en contacto con la empresa para confirmar si efectuó esos pagos pero que no ha recibido respuesta, por lo que decidió dar por sentado que la promotora había faltado a sus obligaciones.
La rebaja de la calificación, de “C” a “RD” (por restricted default), también afecta a dos de sus subsidiarias, una de las cuales actuaba como avalista en los bonos que, para Fitch, marcaron el primer impago oficial de la deuda de Evergrande en el exterior.
El incumplimiento del plazo de pago de la deuda de esta semana la ha puesto en riesgo de convertirse en la mayor empresa morosa de China, incluso cuando las esperanzas de una reestructuración de la deuda gestionada calmaron los temores de que se produzca una quiebra problemática.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, el desarrollo de la situación podría significar el comienzo del fin de la empresa china, cuyas acciones se situaron este miércoles en 1,72 dólares hongkoneses (0,22 dólares estadounidenses), su nivel más bajo desde 2009, si bien posteriormente se recuperaron un 5 %, de acuerdo con el portal MarketWatch.
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