El trabajo de la consultora Ledesma estimó que la cosecha de cereales se reducirá a 77,9 millones de tonelada contra las 128 millones toneladas calculadas meses atrás.
La caída de ingresos por efectos de la sequía podría ascender a unos US$23.000 millones respecto de las proyecciones realizadas en el inicio de la campaña 22/23, lo cual impacta en una disminución de US$8.000 millones de recaudación por retenciones, según un estudio privado.
La recolección de soja descendería de 50 millones de toneladas a 27 millones de toneladas, la de maíz de 55,2 millones de toneladas a 35 millones de toneladas, la de girasol trigo de 19,3 millones de toneladas a 12,4 millones de toneladas, mientras que la de girasol se mantendría estable.
Con los precios actuales, la soja generaría ingresos por US$16.686 millones con una pérdida de US$14.214 millones.
En el caso del maíz se recaudarían US$10.570 millones de los US$16.670 millones proyectados. Y el trigo sumaría US$4.662 millones contra los US$7.256 millones proyectados.
De esta forma, los ingresos totales serían de US$33.843 millones, frente a los US$56.752,2 millones que se habían calculado al momento de comenzar la siembra.
Esto representa una caída de 25,9% contra los valores exportados en 2022.
Si se compara con la campaña 2022 cuando se cosecharon 121,1 millones de toneladas y se obtuvieron ingresos por US$55.654,5 millones, la caída es de US$ 21.811 millones.
El trabajo está hecho en base a datos de CREA, la Bolsa de Comercio de Rosario, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la Secretaría de Agricultura.
La fuerte caída de los ingresos en dólares que sufrirá la Argentina en los próximos meses es uno de los puntos más delicados que se está negociando con el FMI y que retrasa el anuncio de los nuevos términos del acuerdo vigente.
La merma de US$23.000 millones en ventas, significa una baja en la recaudación impositiva por retenciones alrededor de alrededor de US$8.000.
En consecuencia, el equipo económico y el staff técnico del FMI continúa analizando distintos escenarios para establecer el nuevo cronograma respecto a la acumulación de reservas.
Si se tiene en cuenta que además que el flujo con organismos internacionales este año tendrá un saldo neto de US$5.000 millones, Argentina se enfrenta a una panorama muy exigente en cuanto a la disponibilidad de dólares para sostener la actividad económica interna.(NA)