El crecimiento de las economías regionales depende en gran medida del desarrollo de las Pymes, y en este aspecto el papel y la importancia de estas unidades de negocios es transcendental, y si nos focalizamos en provincias donde el gran motor es el CAMPO, es ahí donde se debe poner énfasis, en el comportamiento de la Pymes agropecuarias.
En el mundo Pyme del sector agropecuario aparece un dato curioso en las provincias comparables con Santa Fe que llaman la atención y que en alguna medida debería alertar a la clase gobernante para que pueda brindar el apoyo y los instrumentos que necesita el segmento de Pymes agropecuarias en nuestra provincia, como es el caso de Córdoba, donde es probable que Santa Fe debiera comenzar a mirar que sucede en esa provincia.
El ecosistema de Pymes del campo en Córdoba muestra más desarrollo empresarial que en Santa Fe y que en la provincia de Buenos Aires. Difícil entender por qué, pero desde Santa Fe hay que estudiarlo al caso.
Es muy frecuente observar que cuando la gente común, incluso los analistas económicos, se refieren a las Pymes parecería como si fueran un bloque homogéneo que engloba a las empresas de menor tamaño. Si bien existen categorías dentro del concepto pyme (micro, pequeña, mediana tramo 1, mediana tramo 2), la intuición tienta a pensar que la distribución entre las 4 categorías está más o menos equi-distribuida, tratándose de Pymes registradas (o sea, con los papeles en regla).
Sin embargo existe gran heterogeneidad que se da en el mundo Pyme pero fundamentalmente con una enorme concentración entre las micro-pymes. O sea, las Pymes más pequeñas de muy baja productividad.
Observando la información disponible referida a las Pymes registradas se detecta que en las 4 jurisdicciones más grandes del país, además de las más productivas, pueden verse algunos patrones de similitud y diferencia. Lo que surge es que no hay casi diferencias en la distribución según categorías: muchas micro-pymes. De todas formas, CABA tiende a tener menos proporción de micro-pymes y llega a tener un porcentaje mínimo significativo en Pymes medianas tramo 1. Córdoba tiene una pequeña diferencia respecto de Santa Fe y Buenos Aires. Pero las 4 jurisdicciones no se salvan de la enorme concentración que hay entre las micro-Pymes.
Cantidad de Pymes registradas
Fuente: LP CONSULTING en base a Secretaría de Industria de la Nación
Un dato llamativo aparece cuando se mira el mundo pyme del sector agropecuario en las 3 provincias agropecuarias por excelencia.
Aquí el panorama es diferente. En el sector agropecuario, en Santa Fe aparece un 6% de Pymes pequeñas, cuando en el total de actividades, las Pymes pequeñas representan el 2%. Incluso en el segmento de Pymes tramo 1 ya llegan a ser el 1% cuando en el total no llegan ni al 1%. Esto es producto de que al ser el campo santafecino internacionalmente competitivo abre las posibilidades de explotar mayor productividad por lo que las unidades tienden a ser un poco más grande que en el resto de las actividades.
Lo que es llamativo es Córdoba. Allí el segmento de las Pymes pequeñas en el sector agropecuario asciende a 11% y las Pymes tramo 1 a 2%. Es difícil conjeturar que hay detrás de este fenómeno, pero claramente refleja que tiende a haber un mayor desarrollo empresarial en el campo en Córdoba que en Santa Fe y Buenos Aires. Es más, obsérvese que Córdoba está explotando su campo con menos Pymes que Santa Fe y Buenos Aires, pero Pymes más empresarias porque son más grandes.
Pymes registradas en el sector agropecuario
Fuente: LP CONSULTING en base a Secretaría de Industria de la Nación
De hecho mirando los números absolutos, se ve que hay muchas más Pymes pequeñas en Córdoba (1.122) que en Buenos Aires (960) y Santa Fe (734). Lo mismo sucede con las Pymes tramo 1 donde en Córdoba hay muchas más empresas (175) que en Buenos Aires (154) y en Santa Fe (97).
Una posibilidad que cabe es que los gobiernos provinciales en Córdoba parecieran tener más afinidad con el campo que los gobiernos provinciales de Santa Fe. En las últimas 2 décadas, en Santa Fe los sucesivos gobiernos provinciales no le prestaron la suficiente atención a las necesidades del campo bajo la premisa de que, por su competitividad externa, el campo puede resolver sus problemas sólo. Como botón de muestra, siempre se observó que los gobiernos provinciales de Santa Fe tendieron a ser proclives o condescendientes con las políticas de derechos a la exportación (donde el campo santafecino es el más afectado) que se deciden a nivel nacional, pensando más en la redistribución que en la producción.
Este fenómeno se observa más claro en la provincia de Buenos Aires donde los votos del Conurbano son decisivos y la creencia de que el campo es “oligárquico” más instalada, por lo que la falta de acompañamiento a políticas agrarias fue más acentuada. Por eso es que se ve menos desarrollo empresarial que en Córdoba, aun siendo campos más extensos, variados y de mayor población.
Sin ánimo de caer en pensamientos quiméricos, en Córdoba siempre se observó un mayor compromiso de los gobiernos provinciales con las necesidades del campo. La dirigencia política de Córdoba tradicionalmente levantó su cuestionamiento a los derechos de exportación casi como un estandarte y además se preocupó por acompañar desde el Estado provincial iniciativas colectivas que surgían de los propios empresarios del campo (como consorcios públicos-privados para desarrollo de infraestructura rural).
Es importante tener en cuenta que las Pymes que cuentan con mayor facturación son proclives a tener más productividad que el resto, este indicador implica que pueden crear más empleo, pagar mejores salarios y tener mejores rentabilidades, pero hoy se observa que la mayor concentración de Pymes están en la categorías de “micro-Pymes” donde la productividad es mucho menor, y que cualquier reforma en los convenios colectivos y laborales hacen que estos emprendimientos no lo puedan soportar trayendo más perjuicios que beneficios a la ya delicada situación económica actual.
Fuente: LP CONSULTING