Con muy baja participación de la ciudadanía, la tradicional centro-izquierda chilena gana la capital y gobernará 10 de las 16 regiones. El partido del presidente Piñera obtuvo un distrito de los 16 en juego.
Con la segunda vuelta electoral de gobernadores en Chile, el nuevo mapa regional chileno quedó conformado con 10 regiones en manos de la ex Concertación (Unidad Constituyente), entre ellas la capital, tres para candidatos independientes, dos para la nueva alianza de izquierda Frente Amplio y una sola para el oficialismo de la coalición liderada por el presidente Sebastián Piñera.
Este balotaje estuvo marcado por una bajísima participación de la ciudadanía, que de las más de 13 millones de personas habilitadas para votar solamente asistieron un poco más de 2,5 millones, equivalente al 19,61% del padrón electoral.
SANTIAGO CAMBIÓ DE COLOR
La gran batalla de esta jornada fue la Región Metropolitana de Santiago, el distrito más importante del país: el demócrata cristiano Claudio Orrego se convirtió en el primer gobernador electo allí con un 52,7% de los votos, frente al 47,3% de Karina Oliva del Frente Amplio, cuando ya se escrutaron el 99,97% de las mesas.
Antes de definirse la Región Metropolitana, los otros 12 distritos en juego ya se habían prácticamente definido y, como en la primera vuelta, la primera conclusión a nivel nacional es que el oficialismo liderado por el presidente Piñera sufrió una nueva y dura derrota.
Ya de por sí, solo había logrado ingresar a unos balotajes -9 de los 13-, pero con los escrutinios definidos, el oficialismo de centro-derecha solo ganó una región: la Araucanía.
Con el 100% escrutado, el candidato de la alianza Chile Vamos, que incluye a las cuatro fuerzas de la coalición gobernante a nivel nacional, Luciano Rivas, se imponía con 58,21% de los votos, lejos de Eugenio Tuma del Partido por la Democracia de centro-izquierda, con 41,79%, según el conteo oficial.
LOS “INDEPENDIENTES” GANAN TERRENO
Otra similitud con la mega elección del 15 y 16 de mayo pasados, es que los independientes volvieron a convertirse en actores importantes de este nuevo mapa político que se está conformando y que parece ser hijo del estallido social que conmovió al país en octubre de 2019.
Candidatos independientes ganaron tres regiones: Miguel Vargas en Atacama con casi 60% de los votos frente al representante de la coalición Unidad Constituyente que nucleó a los partidos que solían ser parte de la Concertación; la ecologista Krist Naranjo en Coquimbo con casi el 62% de los votos ante la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), y Rodrigo Díaz en Biobio con más del 71% frente a otro líder de la UDI.
La centro-izquierda de la Unidad Constituyente, más vinculada a los partidos tradicionales como la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Socialista (PS), que en mayo salieron muy golpeados, no solo por el avance de los independientes sino por el de la izquierda, tuvieron una mejor performance en este proceso electoral.
Candidatos de la DC ganaron en Arica y Parinacota, Maule y De los lagos, mientras que socialistas en Ñuble, De los Ríos y Libertador Bernardo O’Higgings, según los datos oficiales.
APOYOS NACIONALES: UN dato no es menor
A nivel nacional, estos balotajes se saldaron con una relación de fuerzas muy negativa para la centro-derecha de Piñera: la Unidad Constituyente obtuvo 1.198.254 votos (47,48%), el Frente Amplio 723.725 (28,68%), el oficialista Chile Vamos 340.213 (13,48%) y los independientes 261.678 (10,37%).
A LA PRESIDENCIA , EN NOVIEMBRE
La próxima gran elección chilena será la de presidente, el domingo 21 de noviembre, aunque antes habrá primarias el 18 de julio, en las que participarán la fuerza de izquierda Apruebo Dignidad y la coalición de centro derecha Chile Vamos, ya que la Unidad Constituyente no llegó a un acuerdo e irá directamente a las presidenciales con candidatos separados.
Fuente: Télam