La historia de Charles Feeney, el fundador de Duty Free.
Charles Feeney es un empresario estadounidense de 91 años que decidió donar su fortuna de 8000 millones de dólares a causas humanitarias, prometió quedarse sin nada y morir en la ruina. Ahora vive sin lujos, en una austeridad total.
El grueso de su fortuna la consiguió cuando, en 1960, dio un cambio a su negocio: decidió que las tiendas que utilizaba para vender productos a los militares norteamericanos que viajaban a Europa se convirtieran en tiendas libres de impuestos. Así creó, junto a su socio Robert Miller, un imperio empresarial al que todos aquellos que hayan tomado un avión alguna vez habrán ayudado a levantar. Su empresa, Duty Free Shoppers (DFS), emplea hoy a más de 9.000 personas en todo el mundo.
Feeney viajaba por el mundo con sus negocios, pero aprovechaba para conocer las necesidades que tenían diferentes colectivos a los que, de forma secreta y desinteresada, entregaba grandes cantidades de dinero.
Charles Feeney, Chuck para sus amigos, vive hoy junto a su esposa en un pequeño departamento de dos habitaciones en San Francisco. No necesita más porque él es feliz así, igual que con su reloj de diez dólares. Su forma de ver la vida influyó en otros grandes millonarios como Warren Buffet o el matrimonio Gates, que se sumaron a su iniciativa de “donar mientras se vive”.