Ampliarán las inversiones gracias a las ultimas ampliaciones presupuestarias de los ministerios de Obras Públicas y Desarrollo Territorial y Hábitat.
El Gobierno intentará impulsar la economía mediante la construcción, la obra pública y los planes de vivienda de cara a las próximas elecciones ya que estas actividades tienen un rápido impacto en la actividad y la generación de empleo.
Teniendo en cuenta las últimas ampliaciones presupuestarias para los Ministerios de Obras Públicas y Desarrollo Territorial y Hábitat, el oficialismo cuenta con la posibilidad de inyectar $169.640,2 millones a la construcción. A esto se suma que las obras privadas siguen en recuperación impulsadas por la brecha cambiaria.
Esta información surge a partir de la ejecución presupuestaria por jurisdicción que releva el Ministerio de Economía. Según los últimos datos, Obras Públicas ejecutó el 57,4% de los $288.163,5 millones que tenía presupuestado. Esto significa que la cartera que dirige Gabriel Katopodis todavía cuenta con un margen de $123.802,9 millones hasta fin de año.
Por su parte, Desarrollo Territorial y Hábitat utilizó 60,4% de los $115.936,7 millones que tenía de crédito para el ejercicio 2021. No obstante, el ministro Jorge Ferraresi tiene para gastar $45.837,3 millones en la construcción de viviendas hasta el 31 de diciembre.
Asimismo, el secretario de Obras Públicas, Martín Gill, destacó la reactivación de los proyectos bajo su área, con cerca de 1.000 obras en ejecución en todo el país junto con los municipios y resaltó que hay 500 obras que se “están evaluando” y se pondrán en marcha “en los próximos meses”.
En ese sentido el Gobierno también activó un “plan de resiliencia” que implica una inversión de $68.868 millones con un refuerzo presupuestario de $28.000 millones para obras públicas de rápida ejecución que generen mano de obra intensiva y local. Las jurisdicciones beneficiadas serán las más afectadas por la pandemia y la crisis económica.
En concreto, las obras se centrarán en cinco grandes conglomerados urbanos: Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza y Gran San Miguel de Tucumán. Se ejecutarán obras de consolidación urbana tales como pavimentos, cordón cuneta, desagües pluviales y pequeñas obras de arquitectura de rápida ejecución.
Con este esquema, el oficialismo prevé generar, entre directos e indirectos, 40.000 empleos en dichas ciudades donde se pondrá foco en los municipios más afectados. Esto responde también a la intención de generar un alivio económico en lugares donde la recuperación de la economía todavía no se siente y están viviendo una situación crítica.
Construcción
Estas medidas apuntan también a sostener la actividad de la construcción que en junio revirtió cinco meses con variaciones mensuales a la baja y tuvo un crecimiento del 6,8% respecto a mayo. El Gobierno espera que este rubro, junto a la industria, sea una punta de lanza para sostener la recuperación.
En tanto, los datos adelantados de julio son optimistas en cuanto a un sostenimiento del repunte. Los despachos de cemento tuvieron el mejor julio desde 2015 y el Índice Construya, que nuclea la actividad de las grandes empresas del sector, se ubicó el mes pasado cerca de los máximos históricos de 2013, 2015 y 2017, y 21% por encima del promedio de 2019.
Las iniciativas del Gobierno, además, apuntan a mejorar los niveles de empleo de un sector en el que su mano de obra está asociada generalmente a los segmentos poblacionales de ingresos más bajos. Los últimos datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) mostraron que la ocupación sectorial se estabilizó en niveles similares a los de marzo de 2020, pero sin alcanzar aún las cifras previas a la emergencia sanitaria.
Un impacto importante para el repunte de las obras privadas puede ser el aumento de la brecha cambiaria. “Un pronunciamiento de la brecha cambiaria genera incentivos a volcar recursos hacia la construcción, dado los menores costos medidos en dólares libre, lo cual podrá aumentar la demanda de materiales”, comentó la consultora LCG.
Push electoral
El Gobierno viene desplegando una receta que se repite en cada año electoral, lo que desde la consultora Equilibra llaman “push electoral”. En sus palabras: “Además de implementar una política fiscal y monetaria expansiva, consiste principalmente en utilizar el dólar oficial y las tarifas de servicios públicos como ancla para morigerar la inflación permitiendo una recuperación del salario en términos reales y en moneda dura”.
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