Especialistas indicaron que la economía ecológica puede generar beneficios en Latinoamérica. Los biocombustibles aparecen como uno de los ejes claves.
Expertos de América latina coincidieron en que la bioeconomía puede contribuir al fortalecimiento y transformación de los sistemas alimentarios de la región a partir del refuerzo de políticas, investigación, ecosistemas para innovación y mercados.
Esa fue la conclusión de un encuentro virtual organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con el objetivo de que el sector agropecuario de los países de las Américas llegue a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios 2021 de la ONU.
El auge de los biocombustibles y avances tangibles en biotecnología, bioenergías, agricultura de bajo carbono y negocios de la biodiversidad muestran que la bioeconomía es cada vez más fuerte en América Latina y el Caribe, indicaron.
Sin embargo, advirtieron, son necesarios más progresos en áreas como políticas públicas, inversión en investigación pública y privada, ecosistemas para bioemprendimientos y fomento de mercados para los nuevos bioproductos.
Otro punto del debate, introducido por Guy Henry, director de Investigación y Estrategia del francés Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (Cirad), fue el vínculo existente entre salud y bioeconomía, un asunto reintroducido por los efectos de la pandemia de Covid-19.
Bajo el título “La bioeconomía y la transformación de los sistemas alimentarios de América Latina y el Caribe”, el encuentro fue organizado por el IICA y el Consorcio Internacional de Investigación en Biotecnología Aplicada (Icabr, en inglés), junto a la Bolsa de Cereales; el Cirad, de Francia; la red latinoamericana de jóvenes líderes en biotecnología Allbiotech y la compañía colombiana Suricata.
En su mensaje al centenar de expertos que participaron en la reunión, el director general del IICA, Manuel Otero, subrayó el lugar relevante de la bioeconomía “para garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos y, al mismo tiempo, promover industrias de alto valor y muy competitivas, con una producción favorable para la naturaleza”.
En el evento, el gerente del Programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, Hugo Chavarría, presentó un documento elaborado por el organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural del Sistema Interamericano y el Icabr.
“El documento parte de una definición de bioeconomía marcada por tres elementos: las nuevas ciencias y tecnologías, en particular la convergencia tecnológica, los recursos y los principios biológicos y la posibilidad de ofrecer de manera sostenible bienes y servicios a toda la economía”, explicó Chavarría.
Télam