Impulso

Este domingo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció que el plazo de la cuarentena se extenderá al menos hasta el domingo 12 de abril.

La situación de encierro y aislamiento, suele dar como resultado grandes montos de ansiedad y angustia. Para saber cómo sobrellevar estos días, Impulso dialogó con diversos profesionales que brindaron distintas herramientas.

Si bien las personas “somos seres sociables y necesitamos la sociabilización“, también debemos tener en cuenta la necesidad de un pequeño aislamiento para realizar procesos de introspección. Así lo indicó la Dra. Inés Benetti, quien realiza prevención clínica, medicina del deporte y posee un posgrado en mindfulness y medicina del estrés.

Sin embargo, destacó: “esta situación es extrema, tenemos demasiado tiempo para ocuparnos de nosotros, de nuestra familia, y se suma el estrés adicional de una situación que no sabemos cómo es en realidad ya que la vamos conociendo. Sí sabemos que es una situación de alerta y de alarma y que, el aislamiento, es la mejor forma de ayudarnos a nosotros y a la población en general“.

Por su parte, la psicóloga Mónica D’Angelo (MP 1650) indicó que “hay un aspecto que habíamos dejado como grupo, como raza, que es el aspecto natural. El aislamiento es parte del contacto con la naturaleza porque, de hecho, en este momento en Argentina vamos hacia el invierno y antiguamente los grupos se aislaban en familia para atravesarlo”. Por tal motivo, aprovechar el proceso resulta positivo para mejorar la percepción, el estar con uno mismo, sentirse, sin demasiadas interrupciones.

A su vez, manifestó la terapeuta, es un buen momento para conectarse con el presente. “Es vivir un día a la vez”, destacó. La ansiedad y la angustia se hacen presentes cuando, mentalmente, las personas se ubican en el futuro y las diversas problemáticas que podrían aparecer. No saber una fecha certera del fin del aislamiento, o, sabiéndola, ansiar que la misma llegue; por ejemplo, son maneras de no conectar con la situación concreta que es “el aquí y ahora”. Desde allí, permitirse sentir emociones, comunicarlas, empatizar con lo que sienten otras personas, sobre todo, para quienes se encuentran conviviendo con otros.

De acuerdo con lo anterior, la psicóloga Verónica Avendaño (Mat. 3054), añadió: “Este aislamiento, antinatural, no nos permite evitarnos. En algún momento de estos días entraremos en un profundo contacto con nosotros mismos, nos sinceraremos con el estilo de vida que elegimos hasta ahora, entre otras cosas. Si bien el contacto con otros nos nutre y retroalimenta, en los últimos tiempos mucha gente evitaba el contacto consigo mismo en un contacto compulsivo con el exterior, lo cual no permite el apreciar las necesidades individuales y, por ende, resultaba difícil satisfacerlas”.

De este modo, sostuvo: “Es un tiempo que nos obliga a dejar de sentir al reloj como tirano, nos conecta con tiempos reales de cada persona y eso trae innumerables beneficios a la salud psíquica. Aumenta la autoestima, ya que nos ocupamos de nosotros y nuestras necesidades, ayuda a aumentar el estado de conciencia individual y social, ya que al cuidarnos también aprendemos a cuidar a otros”.

SOSTENER RUTINAS

Benetti indicó que son importantes las rutinas ya que ayudan al orden. Esto no significa realizar grandes planificaciones, puesto que ello implicaría montos excesivos de ansiedad. “Sería bueno armarnos una rutina básica, no perder los hábitos higiénicos y dietéticos. Hay pilares básicos que ayudan a mejorar nuestro sistema orgánico y fisiológico, aumentar las defensas del cuerpo, regular el estrés”, sostuvo.

En este sentido, recomendó que las rutinas sean flexibles para funcionar como antídoto ante el estrés que se está viviendo. “Un gran antídoto del miedo es el control, y si podemos controlar ciertas cosas en el día, bajaremos el nivel de alerta: levantarnos a una hora determinada, hacer las cuatro ingestas diarias y, si queremos, sumar dos o tres colaciones; estudiar o trabajar en algún momento, tener ratos de ocio, y, sobre todo, respetar el momento de descanso“.

En tal sentido, D’Angelo expresó que, al menos de lunes a viernes, es positivo contar con una rutina. En la misma, también, incluir las tareas del hogar para generar un trabajo compartido. Por otra parte, para quienes necesitan estar informados sobre la pandemia de manera diaria, también sugirió que aparezca un momento del día para informarse y hacerlo a través de medios serios. Sin embargo, recomendó no sobreinformarse: “Eso nos daña realmente, la información de más nos deja en un lugar de miedos, ansiedades, sin ayudar con la salud integral que es lo que buscamos”.

Sobre esto último, Avendaño destacó: “El contacto excesivo con la información puede generar confusión, alarma, desorientación; ya que circulan muchos datos falsos o aun no comprobados, y nos deja en un nivel que nos desconecta de nuestra propia realidad”.

QUÉ SUCEDE CON LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

En este aspecto, Benetti expresó que es importante respetar sus tiempos, sin que genere preocupación que los más chicos se aburran. “El aburrimiento es la antesala a la creatividad, a partir de ahí se pueden generar un montón de cosas que quizás ni los chicos ni los adultos sabían que podían realizar. Esta creatividad genera mayor capacidad de tolerancia, mayor tolerancia a las frustraciones porque se adquiere capacidad de espera, entre otros beneficios”.

“Debemos respetar los tiempos de niños y adolescentes más que nunca”, indicó D’Angelo. Y agregó: “Los niños tienen muchísima energía, necesitan descargar y jugar. A su vez, hay que comprenderlos en que deben hacer un esfuerzo de adaptarse, estar permanentemente en la casa cuando los niños de hoy tienen muchas actividades por fuera“. En cuanto a los adolescentes, quienes por su etapa psicoemocional suelen recluirse, la profesional remarcó respetar esos tiempos a la vez que aprovechar los momentos de diálogo para interactuar sobre cualquier temática. “Es un momento de encuentro”, destacó.

Para Avendaño, compartir las rutinas con los padres es bastante excepcional. Entre escuela, tareas, clases particulares, deportes, y un sinfín de actividades, los chicos suelen no tener tiempo para descansar, crear, jugar y conectarse con las verdaderas necesidades y deseos. “Esta situación nos invita a re-crearnos como familias, a compartir, buscar actividades comunes, flexibilizarnos, aprender a convivir“, sentenció.

LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

El Licenciado en Educación Física, Daniel Sancio, quien cuenta actualmente con un grupo de entrenamiento, destacó la importancia de continuar realizando actividad física desde el hogar. “El ejercicio cumple un rol fundamental en esta situación. Nos ayuda a salir del sillón, de la sobreinformación y del sedentarismo. No nos olvidemos que el cerebro, ante situaciones de estrés, atina a guardar energía. Por eso es más fácil quedarse viendo una serie. Pero entrenar nos hace sentir mejor, sentir que hicimos algo por nosotros en el día, y a su vez, propiciar un buen descanso por la noche”, expresó.

“Actualmente con mi grupo me manejo de manera online, envío planes de entrenamiento y refuerzo los mismos con videos para que puedan acceder a una referencia audiovisual y saber qué hacen y por qué lo están haciendo. A su vez, tenemos mucha tecnología disponible para ver y corregir en el momento, ya que hay aplicaciones donde muchas personas pueden conectarse a la vez utilizando videollamadas”, relató el profesional.

En este sentido, destacó el aspecto social que esto genera, sobre todo para quienes llevan la cuarentena en soledad. “Muchos grupos de amigos se ponen en contacto por videollamada para realizar ejercicios todos juntos. Así que el espacio de sociabilización que se podía llegar a dar en un gimnasio o grupo de entrenamiento, se puede realizar también de este modo y acompañarse en este momento”, concluyó.

El escenario no es el habitual, sin embargo, las herramientas para apropiarse del mismo están disponibles. Por cualquier duda y/o consulta, todos los profesionales se encuentran trabajando de manera online. Para contactarlos, dirigirse a sus correos electrónicos: Dra. Inés Benetti, inesbenetti@hotmail.com; Ps. Mónica D’Angelo, modangelo@yahoo.com.ar; Ps. Verónica Avendaño, veavendano@gmail.com; Lic. Daniel Sancio, danielsancio@hotmail.com