La reactivación del mercado inmobiliario y, fundamentalmente, la construcción de cocheras son los pilares para invertir en la capital durante 2014
Después de la devaluación registrada en el mes de enero y teniendo en cuenta el proceso inflacionario que se vive en Argentina, las mejores oportunidades de inversión para 2014 en la ciudad de Santa Fe continúan siendo las relacionadas con el mercado inmobiliario, tanto en el ámbito de los departamentos como, principalmente, en cocheras.
La adquisición de unidades al pozo sigue siendo una variable de inversión segura aunque no está al alcance de todos los inversores. Sin embargo, algunas de las principales constructoras de la ciudad como JB Construcciones o Dubner tienen planes de hasta 60 cuotas.
De esa manera, si bien se desembolsa un monto mayor al de la compra desde el pozo, es uno de los nichos más seguros para resguardo de valor.
Dentro del ámbito inmobiliario, también existen como opción los terrenos en loteos o barrios abiertos en el área metropolitana, especialmente en el corredor de la Ruta 1 hacia el norte de Santa Fe. Allí, los desarrollos inmobiliarios siguen creciendo en respuesta a un mercado que, al igual que en las principales ciudades del país, demanda construcciones que combinen la cercanía con la ciudad y el espacio verde para recreación, al mismo tiempo que se piensa en ganar en seguridad.
El principal eje movilizador de la economía durante los próximos tres años será la construcción de cocheras. En este sentido, la inversión es mucho menor a la de un departamento, requiere de menores gastos de mantenimiento e impuestos y ofrece una rentabilidad que en algunos casos llega hasta los 900 pesos mensuales. La ciudad sumará alrededor de tres mil unidades durante los próximos años y los proyectos siguen surgiendo para abastecer la demanda que aún es mucho mayor.
Los especialistas en materia económica aconsejan la inversión de activos en actividades que se dolaricen o, al menos, que estén relacionadas con la moneda estadounidense ya que, de no haber cambios estructurales, avizoran una tendencia alcista del dólar en la segunda mitad del año.
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