La crisis habitacional se profundiza en todo el país y los organismos de inquilinos apuntan a la falta de regulación.
El valor de los alquileres sigue subiendo por ascensor y acentúa el drama en los bolsillos de los inquilinos. A esta situación, se suma la importante demanda y la inexistente oferta de propiedades destinadas a alquiler permanente.
En este contexto, la semana pasada los representantes de sectores de inquilinos y del mercado inmobiliario mantuvieron una reunión convocada por la Secretaría de Comercio donde se debatieron diferentes propuestas para solucionar este dramático escenario, pero no hubo acuerdo. Desde Nación, únicamente, aseguraron que impulsarán el impuesto a la vivienda vacía.
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional y referente de Inquilinos Agrupados, apuntó al efecto del turismo y a la falta de regulación como las principales causas del aumento y la poca oferta de viviendas destinadas a alquiler permanente.
“El efecto del turismo sobre los alquileres es dramático. Eso tiene que ver, primeramente, con la cuestión económica en donde luego de la devaluación del 2018, el alquiler en dólares, la inflación enorme, el salario por el piso, los sectores que antes destinaban viviendas familiares empezaron a trasladarlas al turismo, para tener rentabilidad en dólares, pero además porque gozan de la falta de control absoluto por parte de los Estados municipales, provinciales, nacional”, manifestó.
“Esto sucede en casi todas las ciudades turísticas del mundo, solamente que en otros lugares se cumplen medidas más restrictivas, como prohibir el Airbnb o poner un límite de días al alquiler de viviendas turísticas”, explicó Muñoz.
Y agregó: “ese combo de la vuelta del turismo, la situación económica general y la desregulación hace que se vivan situaciones tan dramáticas”.
El referente de inquilinos remarcó que hay que poner el eje del problema en la falta de regulación por parte del Estado, sino “la situación va a ser cada vez más grande”.
Muchos inquilinos “son obligados a firmar contratos cortos, de entre seis meses y no más de un año, que no sólo hace que aumenten los alquileres mucho más de lo que dice el índice oficial de la Ley, sino que los llevan a estar en una situación de no tener dónde vivir, sobre todo en temporada. Y si conseguís, al poco tiempo te echan y vuelve a empezar esta situación”, describió.
En este sentido, criticó que “si no hay control por parte de los Estados sobre el cumplimiento del plazo mínimo de los contratos, y si no hay limitaciones al alquiler turístico, el alquiler en dólares sube de precio y genera un índice habitacional de mudanza permanente”.
Frente a la falta de concordancia en el debate de la Federación de Inquilinos Nacional y la Cámara Inmobiliaria Argentina, Muñoz aseguró que “acuerdo no puede haber entre dos sectores que tienen intereses antagónicos”.
“A mí me sorprende mucho que para la cuestión de la vivienda sienten a las dos partes y planteen que nos pongamos de acuerdo, pero después cuando se sientan con los empresarios que producen alimentos no hacen eso, sino que el Estado les dice, ustedes tienen que hacer esto porque la gente no puede comer”, reclamó.
Sobre la propuesta de las inmobiliarias, Muñoz opinó que “el mercado exige que la situación sea aún peor; están planteando cambiar la Ley de Alquileres para que los contratos sean más cortos y también legalizar los aumentos semestrales. No habría que pedirles a los inquilinos que abandonemos nuestros derechos y peleas, sino que el Estado debería obligar a cumplir la normativa y llevar adelante todas las herramientas que corresponde”.
“El caso del alquiler de vivienda en Argentina tiene una particularidad y es que nadie del Estado se quiere hacer cargo del problema. En muchas ciudades del país es más fácil ir a quejarte porque te vendieron un celular que no anda que hacer cumplir la ley de alquileres. Hay más oficinas para que los turistas puedan hacer una denuncia por alquiler trucho, pero no hay para controlar el cumplimiento de los alquileres permanentes. Esa es una mirada que tiene el Estado sobre el acceso a la vivienda, como que en algún momento se va a resolver, no se sabe cómo, nadie se quiere meter”, concluyó.
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