Con testimonios exclusivos para IMPULSO, empresarios del sector acusaron el golpe imprevisto que les asestó la propagación del virus. Peligro de cierres e imposibilidad de cubrir los costos, los dilemas que hacen tambalear al sector.
La llegada del coronavirus modificó por completo el funcionamiento normal del país. El aislamiento alejó a la gente de las calles y la postal que se replica en toda la Argentina no le escapó a Rosario, donde los comercios gastronómicos están, económicamente hablando, contra las cuerdas.
El presidente del Paseo Pellegrini, Alejando Pastore, habló con IMPULSO y analizó la coyuntura actual. “La situación afecta a los comercios de una manera durísima. En principio porque la gran mayoría están cerrados. Es imposible sostener una estructura de costos si no hay actividad”, afirmó.
Además, el referente del paseo gastronómico explicó que si bien creció la actividad del delivery, los comercios facturan “un 5 o un 10 por ciento” de lo habitual.
En sintonía con ese dato, el secretario del Mercado Pichincha, Leandro Iriart, aseguró que con el delivery “ni siquiera se cubren los gastos”.
En ese sentido, Pastore agregó: “Con la estructura de costos de cualquier comercio gastronómico con atención al público, con servicio de mesas, el delivery no es ni siquiera un paliativo”.
EL CIERRE, UNA ALTERNATIVA PARA ALGUNOS
La abrupta caída de la actividad puso en jaque a varios comerciantes de ambos zonas. Tal es así, que algunos evalúan tomar fuertes medidas para resolver el trance.
“Muchos están pensando en cerrar –reveló Pastore-. Si esto continúa no van a poder sostenerse. Nadie quiere tomar una decisión apresurada. El contexto es muy negativo en general, desde antes. Esta es la gota que rebalsa el vaso, va, en realidad es una ola. Es un golpe muy abrupto, salvaje”.
Por su parte, Iriart se mostró en la misma línea y aseveró: “La actividad gastronómica venía baja desde el año anterior. Esto fue un golpe de nocaut. Si no hay ayuda real y urgente por parte de los gobiernos nacional, provincial y municipal para pagar salarios y gastos fijos, muy pocos comercios podrán abrir luego de la cuarentena”.
LOS GASTOS QUE COMPLICAN EL PANORAMA
En relación a las complicaciones financieras que afrontan los comerciantes, Pastore detalló: “Hay tres ejes, dejando de lado la rentabilidad del comerciante: salarios, alquileres y servicios e impuestos. Es decir, para sostener en stand by la actividad necesitás resolver los costos fijos del negocio, que son esos tres”.
En ese sentido, añadió: “No hacen falta créditos, hacen falta subsidios. Nadie puede asumir un compromiso de pago en un momento en el que la situación es compleja. No podés tomar un crédito para gastos corrientes, es una mochila que te aplasta”.
A su vez, sobre los dilemas a resolver, el presidente del Paseo Pellegrini expresó: “Necesitamos primero sostener el empleo, para conservar los planteles y así mantener los emprendimientos. En el tema de los alquileres hace falta información muy clara para que no depender de negociaciones particulares”.
AYUDA POSIBLE Y LA SALUD COMO PRIORIDAD
En cuanto a la posibilidad de recibir una ayuda para paliar la problemática, Pastore precisó: “El municipio no tiene caja para absorber el impacto económico. Los subsidios tienen que venir de Nación, y de provincia deben venir las medidas vinculadas a servicios y quizá a alquileres”.
Por otro lado, Iriart se refirió a la relación que une al desplome de la actividad gastronómica con las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno nacional. “Lo más importante es que todos se queden en casa. Creemos que para lograr eso se debe también ayudar a los empresarios gastronómicos. De esa manera podés pagar salarios y garantizar que los empleados se queden en sus casas”, sentenció.