El nuevo gobierno representa un cambio radical de signo político, que afectará también las relaciones económicas con la Argentina y esto podría resultar positivo.
Lula Da Silva ganó una elección histórica en Brasil ante Jair Bolsonaro, en lo que fue la campaña más apasionante de los últimos años en la política brasilera. El nuevo gobierno representa un cambio radical de signo político, que afectará también las relaciones económicas con la Argentina y esto podría resultar positivo.
En primer lugar, desde el Gobierno Nacional celebran con fervor el triunfo de Lula da Silva que volverá al poder. Esto posibilitará achicar la grieta que se tuvo con el mandato de Jair Bolsonaro, principalmente pensando en la pérdida de dólares que tuvo Argentina este año.
En este marco, en el ejecutivo local confían en que la cercanía política de Lula con el presidente Alberto Fernández, pero fundamentalmente con la vicepresidenta Cristina Kirchner, favorezca una posición común de cara al mundo.
Además, Lula promete reforzar el Mercosur y generar alianzas desde el bloque. En la región, Brasil es el principal actor político y económico, con peso propio para dinamizar o frenar cualquier estrategia conjunta.
Brasil, el principal socio comercial de la Argentina
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en los primeros nueve meses del año, Brasil ratificó su posición como principal socio comercial de la Argentina, con exportaciones por US$9352 millones (crecieron 11,6% en la comparación interanual) e importaciones por US$12.486 millones (+36,8%). El saldo comercial resultó en un déficit de US$3134 millones para la Argentina.
Brasil es la decimosegunda economía más grande del mundo, de ahí deriva su importancia como socio comercial de cualquier país, pero la Argentina necesita revertir el déficit.
Además, de acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, “más del 80% de lo exportado por la Argentina al Mercosur lo compra Brasil”, país que “absorbe el 35% de nuestras exportaciones industriales y es un mercado crucial para muchos productos agropecuarios nacionales beneficiados por el Arancel Externo Común (AEC)”.
Si se toma el total de los países a los que la Argentina exporta, el gigante suramericano es el país que más compra productos nacionales y representa el 13,9% del total de las ventas externas, según el Indec.
Otro dato impactante, por ejemplo, es que el movimiento económico de solo San Pablo por ejemplo es más importante que todo el PBI Argentino. Es por eso que Argentina necesita equiparar sí o sí la relación económica con su principal socio bilateral y la llegada de Lula puede abrir una posibilidad en ese sentido.
Sin lugar a dudas, la llegada al poder del líder del partido de los trabajadores es algo, en la previa, positivo para el contexto argentino actual. Tanto en el plano económico, con la necesidad de integración para recuperar el déficit de dólares, como en el diplomático por la buena relación de mandatarios, Argentina tiene que saber jugar sus cartas para aliarse con una de las potencias económicas más importantes del mundo.