Bolsas, botellas y otros objetos de ese material estarán prohibidos en ese país a partir en dos años. Es la lucha canadiense a favor del medio ambiente.
Lo anunció el primer ministro Justin Trudeau, que apunta a hacer de la preservación del medio ambiente una de sus prioridades.
“La polución por plástico es una plaga mundial”, dijo a la prensa el dirigente liberal al anunciar que la lista precisa de productos prohibidos será anunciada después de la realización de evaluaciones científicas.
Canadá apunta también a responsabilizar a los productores de plásticos, fundamentalmente a los “fabricantes de botellas”, por “el ciclo completo de vida” de sus productos, señaló.
Los fabricantes, así como las empresas que usan los plásticos, deberán dotarse de un plan de reciclaje.
Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, así como la Unión Europea en su conjunto, suscribieron hace un año, durante la cumbre del G7 en Quebec, una nueva carta contra la polución plástica de los océanos. Estados Unidos y Japón se abstuvieron.
En ese texto, basado en el voluntariado, los países adherentes y la UE se comprometieron a que el 100% de los plásticos sean reciclables, recuperables y reutilizables en todo el mundo antes de 2030.
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