Tras una serie de críticas de expertos en salud pública que consideraron la medida "totalmente inadecuada", el mandatario dice que el tema está aún en estudio.
El presidente de Brasil, Jair Bolosnaro, dijo que será su ministro de Salud, Marcelo Quiroga, quien tenga la última palabra sobre el anuncio realizado este jueves sobre liberar el uso de barbijos a los vacunados y recuperados de coronavirus, tras una serie de críticas de expertos en salud pública que consideraron la medida “totalmente inadecuada” y que puede contribuir al aumento de casos en el país.
“Ayer le pedí al Ministro de Salud que hiciera un estudio sobre mascarillas para que quien ya haya sido infectado y mejorado o haya sido vacunado no necesite llevar barbijo, pero él es quien decidirá, él dará una opinión“, dijo Bolsonaro en una rueda de prensa.
La decisión de Bolsonaro, según había informado este jueves la prensa local, puede entrar en contradicción con las leyes estaduales o municipales, distritos que tienen potestad para actuar frente a la pandemia, según resolvió la Justicia.
Pero además, la medida fue criticada desde sectores académicos y especialistas, entre ellos e infectólogo Julio Croda, profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul (UFMS) e investigador de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), quien advirtió que las vacunas no previenen la infección de quienes ya han sido inmunizados.
Croda enfatizó que los vacunados tienen menos probabilidades de contraer Covid-19 de gravedad, pero igualmente pueden transmitir el virus, por lo que mientras la tasa de contagio se mantenga alta y el porcentaje de vacunados se mantenga en el nivel actual, todos deben usar barbijos, señaló, citado por el diario O Globo.
Bolsonaro había dicho al inicio del año que quien se quejaba de la pandemia parecía un “marica“, un discurso que potenció que sus seguidores tomaran la eliminación del barbijo o del tapabocas, una de las medidas de prevención más recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos internacionales.
Télam