El empate 0 a 0 significó la pérdida de una oportunidad inmejorable para el equipo de Messi.
Barcelona, con Lionel Messi, igualó ante el líder Atlético de Madrid, dirigido por Diego Simeone, por 0 a 0 en el Camp Nou, por la 35ta. fecha de la Liga de España.
El empate lo celebró Atlético de Madrid, que sigue en la punta con 77 puntos, y también Real Madrid (74), que de ganar las cuatro fechas que restan será el campeón. Barcelona quedó a dos de lo más alto y sin la posibilidad de acortar de modo directo, tras desperdiciar en 10 días la segunda chance de trepar a la punta.
El equipo ‘blaugrana’, que en su anterior partido de local perdió ante Granada, no estuvo a la altura de lo esperado, como le sucedió en la mayoría de la temporada, y solamente en los últimos 30 minutos insinuó, a diferencia de ‘El Colchonero’ que lo afrontó como un partido definitorio.
Atlético de Madrid impuso su idea en los primeros minutos, le trabó los circuitos de juego al local y le ganó los duelos por las bandas. El espacio entre los volantes y los defensores madridista se observó acortado, con achiques rápidos y compactos frente a la insinuaciones catalanas.
Ese dominio se asentó con el correr del tiempo, a pesar de la posesión pasiva de Barcelona -llegó al 75 por ciento-, y a los 18 minutos Ángel Correa tuvo una opción clarísima en la que Clément Lenglet le trabó justo y la pelota salió pegada al palo.
El cero en el arco local solamente se explicó por Marc-André ter Stegen, que tapó todo lo que le patearon, incluso situaciones peligrosas y de mano a mano con Luis Suárez.
En ese contexto, Messi tomó la pelota en el medio, y en una versión más parecida a la del 2012, encaró desde la banda derecha y se cerró para su pierna predilecta, pero su remate encontró la mano de Jan Oblak, que hasta los 42 minutos miró el partido sin transpirar.
Barcelona salió con otra idea y sobre todo con mayor compromiso al momento de disputar balones divididos frente a un planteo más aguerrido y defensivo que en la etapa anterior.
Poco a poco Messi se hizo dueño de cada ejecución, de cada pasaje y armado, y sus compañeros se animaron a mostrarse a asociarse con él para pisar el área rival. Ousmane Dembélé agarró mal un centro perfecto de Jordi Alba y su cabezazo, en soledad, salió por encima del travesaño a solamente cinco del final.
Inmediatamente Messi, que minutos más tarde tuvo un tiro libre de frente, se desarmó y terminó arrodillado mirando el piso, en un signo de resignación y a sabiendas que el empate en cero significó la despedida de la pelea por el título.
Télam