La feria de ciencia, arte y tecnología, se lleva a cabo en un predio ubicado en la Colectora Avenida General Paz, entre Av. Balbin y de los Constituyentes, en Vicente López
En una escala mayor que la edición anterior y con simultaneidad de propuestas que incluyen "juegos del conocimiento", "ciencia al horno", un acuario o vestirse virtualmente abrigado como un Selk`nam del sur, abrió este sábado al público la mega feria de ciencia, arte y tecnología, Tecnópolis 2013.
"Sigue sorprendiendo que año tras año venga muchísima gente y además cambie la propuesta, porque hay mucho nuevo y en un espacio mucho más grande, y cosas muy locas como el Acuario", dijo el biólogo Diego Golombek.
En una carpa para mil personas, Golombek prepara junto al "cocinero argentino" Juan Braceli, explicando con gracia cómo se puede hacer helado en cinco minutos "sin la necesidad de utilizar nitrógeno líquido", o trucos para que los chicos coman brócoli poniendo una pizca de bicarbonato de sodio en la cocción, de modo que la flor no quede amarronada.
"Si ya viniste otros años, volvé que te vas a sorprender de nuevo", recomienda Braceli, quien se declaró orgulloso de participar de Tecnópolis por la cantidad de "cosas impactantes" que se pueden vivenciar.
Mientras tanto, en simultáneo, un nuevo gran espacio del ministerio de Ciencia y Tecnología dedicado a la Antropología, la Etnografía y la Arqueología era de los que más convocaba a un recorrido por el mapa de pueblos originarios de Argentina, con genuinas máscaras chané, tejidos aymaras o abrigos Selk`nam de piel para vivir en los helados mares patagónicos.
Los visitantes pueden fotografiarse luciendo un traje virtual tradicional superpuesto a su figura, para obtener una imagen que luego les es transmitida por correo electrónico, que atesorarán como rareza.
El "Acuario Argentino" convoca una continua fila para recorrer sus impactantes peceras, una de ellas, construida en arco por sobre las cabezas de los paseantes, formando un túnel por el que se desplazan exóticos peces de toda geografía, y hasta tiburones.
El bosque de los gigantes dinosaurios animados, demasiado realista para algunos nenes desprevenidos, con el consiguiente griterío, es el paseo preferido de los más pequeños, y lugar de fascinación de los adultos, por la variedad e imponencia de la muestra.
En "El juego del Conocimiento", el ministerio de Educación dispone de "estaciones" con desafíos como un "cerebro mágico" para tocar con un contacto el casillero correcto para un cuestionario con las provincias, pasando por un arco contra el que "vale chumbar" una pelota de fútbol, para medir velocidad y potencia.
Flamantes maquinarias agrícolas se estacionan en un espacio cercano al de un tambo mecanizado, con exhibición de extracción de leche a un conjunto de vacas lecheras que son la atracción de los paseantes.
Muy visitado sigue siendo el enorme espacio del Ministerio de Defensa, con sus tanques de guerra y vehículos anfibios y todo terreno.
En el predio se muestra una importante planta móvil de desmilitarización y artillería, que se encarga de desmontar el material bélico que queda obsoleto a los 15 años de su fabricación, con el desarme de la pieza, en vez de su destrucción, para recuperar el metal y la carga de trotyl.
En una carpa cubierta aledaña, se estacionan un avión agrícola Puelche fabricado en Argentina, y el prototipo de Pulqui II, cuyo diseño no deja indiferente a nadie, además de un túnel transparente en el que se puede visualizar la `manga` en la que se repara un submarino.
En el horario de 12 a 20, la muestra puede visitarse en vacaciones de invierno en forma gratuita, incluido el estacionamiento de vehículos, con un cronograma de actividades que continúa mientras dure la energía del visitante.
Imágenes: Tecnópolis