Impulso

El mercado de las criptomonedas crece velozmente, brindando herramientas interesantes para el sector financiero, así como problemas legales, sociales y ambientales que aún no han sido resueltos. No se trata de algo anormal, ya que es un mercado sumamente novedoso que, a pesar de tener más de una década, aún estaría en fases de desarrollo.

A pesar de que es claro el motivo por el que las criptomonedas siguen siendo vistas como herramientas polémicas, lo cierto es que muchos de los defensores de este mercado aún parecen no entender cuáles son los motivos para que tantas personas rechacen estos activos financieros. Para ilustrar este fenómeno, proponemos 4 motivos centrales:

• La inversión especulativa

Aunque muchos aseguran que las criptomonedas son un método de pago, lo cierto es que estas apenas serían utilizadas con este fin, con la mayoría de los poseedores enfocándose meramente en la compra y venta del activo. Se trata así de un mercado especulativo, como lo define el equipo de Profit Revolution, capaz de generar grandes riquezas en un corto periodo de tiempo.

Sin embargo, más allá de su posicionamiento como activos de inversión (y ahorro en algunos casos específicos), lo cierto es que buena parte de la población las ve simplemente como una forma de hacer dinero con activos imaginarios que nunca tendrán un uso práctico para las masas.

Puede ser una visión sesgada, pero aún así, ha sido poco lo que ha hecho este mercado para demostrar lo contrario.

• La contaminación

La contaminación sería tal vez uno de los problemas más importantes que se han generado con la aparición de las criptomonedas, ya que según reportes recientes este mercado gastaría más electricidad que países enteros (como Argentina) debido a la minería. Este proceso de resolución de operaciones complejas requiere de millones de computadoras trabajando día y noche sin parar.

Adicionalmente, la fabricación de equipos y su rápida disposición (ya que estos equipos no pueden mantenerse operativos por muchos años debido al desgaste) hacen que el gasto plástico incremente de forma significativa, limitando además el suministro de semiconductores y tarjetas gráficas que se utilizan para otros mercados, como el de los videojuegos.

• Los NFT

Los token no fungibles (NFT) son herramientas con un potencial a ser explotado, con muchos artistas utilizándolos ya para brindar recompensas especiales a sus fanáticos, tener una base de datos activa de personas, e incluso crear registros únicos de cada seguidor para poder contar con un canal de comunicación directo.

Sin embargo, muchos los utilizan únicamente para la venta de arte poco atractivo y sin beneficios prácticos más allá de la reventa (como lo hemos visto con los NFT de simios). Debido a que la mayoría de los artistas preferiría un contacto y pago directo con sus clientes, la imposición de los NFT por parte de los entusiastas estaría generando roces en la comunidad.

• El incremento en la criminalidad

Finalmente, la falta de regulaciones en el mercado, así como las ventajas que brinda la estructura descentralizada y privada de la Blockchain, estaría posicionando a las criptomonedas como una de las herramientas más utilizadas para la comisión de delitos. En la actualidad, la mayoría de los delitos exigen pagos en criptomonedas.

Este es un problema al que muchos no le encuentran una solución que satisfaga a ambas partes, ya que sería necesaria la creación de un registro de todos los usuarios, o la posibilidad de que los usuarios puedan ser identificados por la llave de su billetera o transacciones. Esto va directamente en contra de los principios de descentralización y privacidad, lo que lo hace casi imposible de aplicar.